Ahora Madrid
Revuelta en Sevilla por la calle a Bardem
Los ciudadanos, indignados porque el nombre de la actriz sustituya en el callejero al del General Merry por razones políticas. Los vecinos llaman a «la protesta y al boicot» el día de la inauguración
SEVILLA- Sea por motivos prácticos, por costumbre, por visión política o por rechazo al personaje propuesto, la mayoría de los vecinos de la calle General Merry de Sevilla se muestra contraria a que Pilar Bardem pase a dar nombre a esta popular vía. La medida es, en principio, irrevocable, después de que el Ayuntamiento la aprobara en Pleno –con la oposición del PP–, y se enmarca en los cambios del nomenclátor hispalense acometidos por iniciativa de IU, socio de Gobierno con el PSOE, y amparados en la Ley de Memoria Histórica. «Me parece muy mal. Esa señora no tiene ningún mérito. Y puestos a cambiar, ¡habría que cambiar tantas cosas!», señala José María Cabo, vecino del entorno. «¿Por qué quitar todo lo antiguo?», apostilla Concepción Fernández, de 72 años. José Baena propone una solución irónica: «Los cambios de nombres tenían que ser como en América, con números y letras: F2, F3, F4... Así se evitan este tipo de problemas y un debate que viene contaminado con la política».A pie de calle, la figura del General Merry es, prácticamente, la de un desconocido, pero «estamos acostumbrados ya», dice María del Valle Gabella, «y si la cambian ya no se le conoce». Sin embargo, todos los residentes de esta calle se muestran sorprendidos cuando se les asegura que Pilar Bardem nació en Sevilla. «No sé nada de esta señora y no sabía que era de aquí», señala Mercedes García, 51 años. Bardem es sevillana coyuntural, «porque en algún sitio hay que nacer». Lo hizo en la Sevilla de Queipo, en el 39.Muchos vecinos se inhiben de la polémica política, pero aducen razones prácticas para su rechazo al cambio: «No me gusta que se cambien las calles, porque después esto se convierte en un laberinto de Correos; hay que renovar el DNI, la dirección...», mantiene Mercedes. En los comercios de la zona, la cosa se complica, entre el desconocimiento generalizado: «No tengo ni idea del papeleo. Espero que las entidades en las que tenemos los pagos domiciliados actúen de oficio, pero, por ejemplo, para las revistas especializadas que recibimos tendremos que renovar la suscripción llamando y escribiéndoles», señala Francisco Puerta, farmacéutico. El PP local dejó clara su oposición a la figura propuesta por el Gobierno municipal en el pasado Pleno. «El único mérito de Pilar Bardem es haber insultado al PP, a la Prensa, a la Iglesia y a la Jefatura del Estado». Además, recordaron sus guiños a la «izquierda abertzale». La sociedad civil también ve con malos ojos el cambio. La asociación Foro Sevilla Nuestra, que recabó en una campaña contra los cambios en el nomenclátor hasta 5.000 firmas, llama a la «protesta y el boicot» por parte de los ciudadanos el día de la inauguración. «El pueblo sevillano, en ningún caso, solicita este cambio», señala Ángel Bordas, presidente de la plataforma, quien acusa al Ayuntamiento de «postura guerracivilista» y teme que «los próximos sean Castro y el Che».
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