Barcelona
Seat única empresa de Volkswagen que cerró 2008 con pérdidas
La española Seat ha sido la única empresa de Volkswagen que tuvo pérdidas en 2008, año que el grupo automovilístico alemán cerró con un beneficio neto de 4.688 millones de euros, pero al que seguirá un 2009 sombrío. Según datos presentados hoy en la sede del grupo Volkswagen en Wolfsburg, el consorcio obtuvo en 2008 un resultado operativo de 6.333 millones de euros, un 3 por ciento más que en 2007. Seat, que cerró 2007 con un plus de ocho millones, tuvo una pérdida operativa de 78 millones de euros, lo que supone la vuelta a los números rojos de la empresa de Martorell, precisamente en un momento en el que la matriz prevé que los efectos de la crisis serán más severos. Por comparación, la marca Volkswagen obtuvo en 2008 un resultado operativo de 2.715 millones, Audi de 2.772 millones, Skoda de 565 millones, Bentley de 10 millones y Scania de 417 millones. El presidente del grupo, Marin Winterkorn, ha interpretado las pérdidas de Seat en su justa medida pues el "problema de Seat no es de producto sino de mercado", ha dicho. Las ventas en España han caído entre el 40 y el 50 por ciento, un desplome sin parangón en Europa, según el presidente del consejo de vigilancia de Seat, Francisco Javier García Sanz. Seat entregó el año pasado 368.000 vehículos (-14,6%), vendió 375.000 (-8,7%), produjo 381 (-7,8%) y facturó 5.196 millones de euros (-11,9%). El recorte de la producción afectó a todos los modelos salvo al Ibiza, del que se produjeron 192.470 unidades en 2008 frente a los 172.206 del año precedente. La producción del Leon cedió un 20 por ciento; de Altea/Toledo, un 21 por ciento; del Córdoba, un 30 por ciento, y de Alhambra, un 28 por ciento. Del modelo Exeso salieron de fábrica 369 unidades. Este balance supone el retorno a los números rojos de Seat, en un momento en el que la empresa procede a un cambio en su dirección y mantiene un diálogo -hasta ahora sin resultados- con los sindicatos de cara a una candidatura para la producción del Audi Q3. Seat anunció ayer la sustitución de su actual presidente, Erich Schmitt, por el ex máximo responsable de Mazda Europa, James Muir, con efectos desde el 1 de septiembre. El presidente del consejo de vigilancia ha dejado entrever en un encuentro con la prensa española que la sustitución de Schmitt fue una decisión personal: "Hay personas que a los 63 años quieren jubilarse o llevar una vida más tranquila". Ha destacado que Schmitt, quien podría pasar a ocupar algún puesto de asesoramiento, deja una Seat limpia: "A partir de ahí abrimos otra etapa", ha dicho García Sanz, que ha dejado en el aire si de esa nueva etapa formará parte el Audi Q3. "En unos días tomaremos la decisión"de si la planta de Martorell (Barcelona) entra en la puja para la producción de Q3, ha adelantado García Sanz, que nuevamente lo ha condicionado a la aceptación del plan de viabilidad propuesto por Seat y que incluye, entre otras, ayudas públicas y una congelación salarial. El sindicato UGT ha anunciado hoy que la semana próxima la plantilla de Seat se pronunciará en un referendo sobre ese plan, consulta que no sólo ha sorprendido a García Sanz sino que también ha rechazado. "No sé nada de esa votación. Ramón Paredes (jefe de Recursos Humanos de Seat) me comunicó anoche que no habría votación", ha afirmado. García Sanz ha subrayado que Seat necesita el apoyo de los sindicatos para llevar a cabo sus planes empresariales y no un referendo. Pese a los problemas de Seat, las referencias de Winterkorn a la empresa española fueron esperanzadoras: "Creemos que Seat tiene potencial", "el debut del nuevo Ibiza ha sido exitoso", "el Exeo es un ejemplo del funcionamiento de las sinergias del grupo". Winterkorn y su jefe de finanzas, Hans Dieter Pötsch, tienen un problema global: El deterioro, mayor de lo previsto, de la crisis económica mundial, de los efectos de la misma en la economía real. Winterkorn ha advertido sin embargo de que en 2009 "no será posible alcanzar el alto nivel de beneficios de años precedentes"debido al declive de las ventas y al aumento de los costes de refinanciación. Ha advertido que esta recesión es la peor desde la segunda guerra mundial y tras un año exitoso ha aventurado pérdidas para este trimestre. Pötsch no ha cifrado esas eventuales pérdidas y, en la línea marcada por Winterkorn, ha rehusado hacer pronósticos para 2009, pero ha adelantado que habrá nuevos planes de ahorro y un recorte de las inversiones. El grupo, no obstante, mantendrá sus planes y objetivos para 2018 y eso incluye el lanzamiento de nuevos modelos y productos.
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