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Ulemas consideran apóstatas a defensores de la abolición de la pena de muerte

La asociación de los ulemas (sabios teólogos) argelinos calificó de apóstatas a los partidarios de la abolición de la pena de muerte y resaltó que la Constitución del país establece que el Islam es la religión del Estado y que ese castigo está autorizado por el libro sagrado.
En una declaración que publica hoy el diario en lengua árabe "El Khabar", el presidente de la asociación de ulemas, Abderahmane Chibane, consideró que personas como el responsable del Consejo oficial de Derechos Humanos argelino, Farouk Ksentini, cometen un "grave error"reclamando la supresión de esta pena.
"Los que piensan que la sentencia de un ser humano es mejor que la sentencia del señor (que permite la pena de muerte) son apóstatas y cuando mueran no deberán ser enterrados en un cementerio musulmán", aseveró Chibane.
Asimismo, subrayó que si las sociedades desean liberarse de los asesinatos, deben ejecutar a los asesinos.
Los ulemas responden así a las declaraciones del presidente del Consejo de Derechos Humanos -órgano de carácter estatal- que pidió el lunes la abolición de la pena de muerte en Argelia y la celebración de un referéndum popular sobre la cuestión.
Ksentini explicó que los diputados de la Asamblea Nacional pueden proponer un proyecto de ley en este sentido y destacó que un referéndum sobre la abolición de la pena capital es posible constitucionalmente.
"Proponemos un debate que asocie todas las sensibilidades nacionales. La pena de muerte es un castigo que ha tenido su tiempo", afirmó y abogó porque ésta sea sustituida por la cadena perpetua o la pena de 30 años de prisión.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Religiosos y el Alto Consejo Islámico expresaron su oposición a la abolición de la pena capital y consideraron que esa medida puede suscitar "venganza y crímenes".
Youcef Belmahdi, representante del Ministerio de Asuntos Religiosos dijo que no está en el interés de la humanidad abolir esta pena y opinó que los partidarios de su abolición "toman en consideración únicamente el interés del acusado, desechando el derecho de la familia de la víctima".
"La ausencia del Estado como parte ejecutante de las decisiones jurídicas sobre la pena de muerte, empujará a los familiares de las víctimas a buscar por si mismos los medios para vengarse", aseguró.
Ese año siete personas fueron condenadas a muerte y ejecutadas por su implicación en un atentado con bomba contra el aeropuerto de Argel, que causó 9 muertos y 120 heridos.
En el conjunto de 2008 los diferentes tribunales argelinos dictaron más de 300 penas capitales, la mayoría de ellas en rebeldía, contra miembros de los grupos terroristas.