Melilla
Una Miss España «nada creída»
Fue una votación emocionante. Tanto que la clasificación dio un vuelco varias veces en poco tiempo. Durante segundos, las representantes de Tenerife, Madrid y Zaragoza se alzaron con 32 puntos, un empate en el marcador que resolvió el presidente del jurado. Después de la decisión de Javier de Montini, Natalia Zabala hizo entrega de la corona de «Miss España» a Patricia Yurena Rodríguez. «Miss Madrid», Claudia Moro, se conformó con la banda de Primera Dama de Honor y «Miss Zaragoza», Alejandra Andreu, con la de segunda Dama de Honor. Melilla, Vianca Rodríguez, fue la mujer más elegante del certamen, mientras Huesca, Ester López Moro, fue elegida por sus compañeras la más simpática.
Belleza racial
«Que la gente me viera como vencedora enseguida me perjudicó, porque me acusaron de tenérmelo un pelín subido y en absoluto. No soy nada creída. Los primeros días no me hablaban y fue duro, pero en cuanto me conocieron empezamos a disfrutar del concurso y he hecho muchísimas amigas», afirma Patricia durante su primer encuentro con los medios. Patricia Yurena, que el jueves cumple los 18, posee esa belleza racial que tanto gusta en los certámenes internacionales. De pelo negro y ojos marrones, mide 1,79, y su ilusión es estudiar la carrera de Empresariales para montar su propia agencia de modelos. Hasta ahora, concurso de belleza que se presenta, corona que logra. A los 14 ya era reina de la belleza de Charco del Pino y dos años después, de Granadilla de Abona. Con la corona recién estrenada y los ojos empapados en lágrimas, confiesa ver cumplido su sueño, «porque llevarla es un orgullo». Habla de sus favoritas: «Tenía varias, ya que estaba la cosa difícil, pero Melilla, Cádiz, Madrid, Zaragoza y Las Palmas podrían estar aquí perfectamente», dice exultante mientras repite que el premio se lo dedica a la gente de Granadilla y a su familia, de la que le va a costar separarse. «Me imponen más las entrevistas –prosigue- porque soy demasiado tímida, pero espero abrirme enseguida». Sabe que tiene que superarlo para entrar pisando fuerte en el mundo de la moda, la interpretación o la televisión. Aún no sabe hacia dónde va a tirar, pero Eva González, dice, es su mejor referente. Asegura que la ex Miss España no le ha dado ningún consejo, simplemente «me ha advertido que ocupar este lugar conlleva una responsabilidad». Tanto que ya tiene la agenda repleta de compromisos, aunque sólo le falta uno: realizar una labor humanitaria. Posee una disciplina que el jurado del certamen ha visto en ella: «Quizá doy el perfil que busca la organización. Además, soy una mujer sociable y simpática». De su físico intenta explotar «mi sonrisa, las piernas y los ojos. Los defectos no los pienso decir, que luego os fijáis demasiado en ellos».
Lecciones de estilismo
En cuanto a su ritual de belleza, reconoce que no pasa un día sin hidratarse la piel, sigue una alimentación sana y hace deporte. De hecho, jugaba al voleibol en el equipo Granamar de Tenerife. Además de cuidarse por fuera, ha tomado clases de protocolo, pero, sin duda, las lecciones que ha recibido del estilista Pedro González han sido el máster perfecto para llegar al certamen con la máxima seguridad. En cuanto a sus aficiones, «tengo las típicas de cualquier niña de mi edad. Me gusta leer, por ejemplo el último libro ha sido "Maktub", de Paulo Coelho, que me encantó y también me apasiona la música. Me chifla bailar a Rihanna».
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