Asturias
Zapatero dice que Rajoy no puede tener firmeza para ser presidente porque «no la tuvo con Aguirre»
El presidente del Gobierno y candidato socialista a la presidencia, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy en Gijón que Rajoy no puede ofrecer ahora "firmeza"para presidir un país, cuando se ha comprobado la "firmeza que tuvo con Esperanza Aguirre". "Si no ha tenido firmeza con Esperanza Aguirre que es de los suyos, cómo la va a tener para dirigir un país y hacer lo que hay que hacer: como decirle al presidente de EEUU ahí te quedas con sus tropas, nos vamos de la guerra de Irak", dijo Zapatero.
El dirigente socialista participó en un mitin del PSOE en el polideportivo de la Guía, en Gijón, al que acudieron unas 8.000 personas, según la organización, que recibieron al candidato entre gritos de "presidente, presidente". Antes que el actual presidente del Gobierno también intervinieron la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; el presidente del Principado, Vicente Alvarez Areces; el secretario de los socialistas asturianos, Javier Fernández
y el cabeza de lista por Asturias, Alvaro Cuesta.
Zapatero comenzó su intervención asegurando que a su llegada fue saludado por una joven de las Fuerzas Armadas que "gracias al PSOE se vino de Irak". Así indicó que "hay motivos para creer en los que cumplen, en los que hacen honor a la palabra y siempre dicen lo que piensan, como ha hecho el PSOE en estos cuatro años". En este sentido, insistió en que mientras sea presidente ningún soldado español irá a una invasión militar, mientras que Rajoy si lo haría".
Zapatero recordó que mañana empieza la campaña y aseguró que el "ya está dispuesto y en tensión aunque no le guste a Rajoy". "Me corre la sangre por las venas en defensa de la igualdad, en contra de injusticia, para frenar a los poderosos y denunciar la mentira haciendo que este país avance en progreso libertad e igualdad", manifestó.
El presidente del Gobierno dedicó gran parte de su intervención a hablar de la economía y manifestó que España es hoy en día un país fuerte y con una economía segura después del ahorro de cuatro años. Un ahorro pensado para ayudar a ciudadanos que más lo necesitan. "Por gobernar ahorrando y pensando en el futuro hemos reducido la deuda de España hasta los niveles más bajos de su historia, a razón de 3.000 euros por ciudadano, con ello cada año podemos financiar la Ley de Dependencia, incrementar las becas o lograr la prestación 2.500 euros al nacimiento y las ayudas a vivienda jóvenes", dijo Zapatero.
Recordó además que hoy se han conocido los datos de crecimiento de la economía en el último trimestre por encima de Alemania, Italia, Inglaterra, Francia, EEUU, Japón y Canadá. "En estos cuatro años hemos logrado una España , con más crecimiento, más empleo y más ahorro", dijo Zapatero que añadió que "quienes desean crisis -algo que se se les nota-- van a fracasar una vez más en su profecía porque es de mala fe".
"España seguirá creciendo creando empleo y manteniendo políticas sociales. Podemos crecer menos pero creceremos, crear menos empleo pero crearlo", dijo, a la vez que recordó que los trabajadores no deben olvidar que "cuando la economía se desaceleró y creció el paro el PP hizo un decretazo para facilitar el despido libre". "Yo haré más pactos sindicatos y empresarios, para reactivar empleo y recolocar trabajadores construcción que hayan quedado en paro", manifestó.
Zapatero manifestó que quedan cuatro años por delante para lograr que nuestro estado de bienestar pueda equipararse a los países más fuertes de Europa y los que tienen más prestaciones sociales. "El sueño que tengo es poder llegar a que nuestras pensiones mínimas se pongan en el umbral de las pensiones de UE, y lo vamos a conseguir", dijo Zapatero.
"Un gobierno progresista de verdad es el que duplicará las pensiones mínimas con el mayor salto de todo el periodo democrático y si la economía va bien el primer esfuerzo para los pensionistas con pensiones más bajas, que son más de 3 millones y en asturias 70.000", dijo Zapatero.
Asimismo arremetió contra Mariano Rajoy al que acusó de descubrir
a los trabajadores después de mucho tiempo, mientras que el PSOE lleva casi 130 años defendiendo a los trabajadores porque "nacimos entre ellos y viviremos siempre para defenderlos". Recordó que el precio de la vivienda con el gobierno del PP llegó a lo más alto y recordó que Alvarez Cascos decía que la vivienda "estaba cara porque la gente lo compraba".
Zapatero destacó que algunos hablan de inmigración sin saber de lo que hablan y manifestó que los inmigrantes cotizan en este país el equivalente al pago de un millón de pensiones de los españoles. "Eso es lo que cotizan y conviene que se sepa", dijo, a la vez que añadió que "España puede llegar a ser de los mejores, un país decente que defienda la dignidad de todo el mundo".
"Mientras sea presidente se atenderá en la sanidad pública a todas las personas tengan el color que tengan y hayan nacido donde sea. No solo no me callo sino que denuncio a quienes detrás de un falso discurso en materia de política inmigratoria han enseñado las peores aptitudes para la convivencia y que chocan con una democracia moderna que arranca de una primera condición la dignidad de las personas y todas son iguales, sean como sean, hagan lo que hagan o vengan de la familia que vengan", manifestó Zapatero.
Aseguró además que a la derecha le gusta la España de antes, los camareros de antes "serviles que agachaban la cabeza", dijo en relación a las declaraciones de Arias Cañete, a la vez que añadió que "ésta España no agacha la cabeza ante nadie, ni ante el poderoso ni el más rico, ante nadie".
El candidato a la presidencia fue recibido en el exterior del pabellón de deportes con abucheos por parte de varios colectivos que reivindicaban diferentes asuntos. Por una parte los funcionarios de justicia que permanecen en huelga desde hace días; los trabajadores prejubilados de Mina La Camocha y los Policías Locales que reclaman el cumplimiento de la Ley de Coordinación.
Una vez dentro del pabellón los funcionarios de Justicia volvieron
a abuchear a Zapatero y consiguieron paralizar el mitin obligando al candidato a pedir calma a los asistentes que recriminaban a los huelguistas con gritos de "fuera, fuera". Zapatero recordó a los manifestantes que "afortunadamente están en un acto de un partido que ha negociado siempre, escucha y se sienta en una mesa".
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