Zapatero estudia cambiar a Solbes por Salgado y ascender a Chaves

MADRID- Los rumores adquirieron ayer categoría de noticia, confirmada por distintas fuentes socialistas, que no por Zapatero: la crisis de Gobierno ya es un hecho. Es casi seguro que habrá cambios antes de las europeas, antes incluso de las vacaciones de Semana Santa. En efecto, por sorpresa -como le gusta- y con el jefe del Ejecutivo de gira por Europa, ayer se supo que Zapatero estudia ya la reestructuración de su Gabinete.

A primera hora de la tarde de ayer se conocieron los cambios, que supondrían un auténtico terremoto dentro del Gobierno. Desde ahora parece que habrá tres, y no dos Vicepresidencias. La primera seguiría en manos de Teresa Fernández de la Vega, que a pesar de que muchos la daban por amortizada, seguiría en su puesto y con todas las competencias de su actual organigrama. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, que tantas veces había mostrado su deseo de salir del Ejecutivo, saldrá al fin para dejar paso a la hasta ahora titular de Administraciones Públicas.

Sería una mujer, Elena Salgado, quien se ocupase de la potente área económica en plena crisis Salgado era hasta ahora uno de los valores en alza del Gobierno, junto con Carme Chacón, de quien se cuenta que en las últimas semanas ha podido truncar su ascenso. La ministra de Defensa, dicen, estaba llamada a más altas cotas de responsabilidad, pero dicen que ya ha cambiado de opinión quien un día llegó a pensar en ella incluso para pasarle el testigo de la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Pero eso son sólo rumores. Con Zapatero no hay nada seguro.

Lo que ayer se supo por distintos interlocutores es que que el Gobierno de España parece que tendrá un tercer vicepresidente y que Zapatero estaría pensado en Manuel Chaves para este cargo, que coordinará la Política Territorial. Chavés, que ya fue ministro de Trabajo con Felipe González, dejaría paso en Andalucía a su vicepresidente económico, José antonio Griñán. Otro cambio: la sempiterna polémica Magdalena Álvarez abandonaría por fin el Gobierno y sería sustituida por José Blanco, vicesecretario general del PSOE y hombre de la más absoluta confianza de Zapatero.

De momento, no habría más modificaciones, ya que la cartera de Administraciones Públicas quedaría, según el organigrama que estudia el presidente, amortizada. Sus competencias recaerían en la Vicepresidencia tercera. El presidente había pensado además presicindir de César Antonio Molina y de Mercedes Cabrera, dos de los ministros menos lucidos de su Gabinete, pero al cierre de esta edición se daba por hecho que éste sería un cambio para más adelante, ya que no se había encontrado un perfil adecuado para aglutinar ambos Departamentos.

La misma intención parece que se tenía para los departamentos de Sanidad y Asuntos Sociales, que hoy dirigen Bernat Soria y Cabrera, respectivamente. Zapatero quería una reducción drástica de Departamentos por dos motivos: uno, porque no ha funcionado como esperaba el nuevo organigrama que diseñó en 2008, y dos, para dar imagen de austeridad en tiempos de crisis. Este movimiento parece que tendrá que esperar, igual que el hecho de que el Ministerio de Vivienda pase a ser un departamento de Fomento, como parece que pretendía José Blanco. Serán cambios para más adelante.

Con esto, de momento, Zapatero agota su último cartucho antes de las elecciones europeas, una cita a la que el PSOE llegaba «tocado» por los efectos de la crisis económica. Si el «golpe de efecto» no funciona, tras las europeas ya no habrá mucho margen de maniobra, como le han advertido al presidente algunos de sus colaboradores, especialmente quienes creían que esta remodelación debía aguardar hasta después de las elecciones de junio. Zapatero ha preferido afrontarla ya, pese a que también había quien le pedía que al menos dejase los cambios hasta después de Semana Santa.

El presidente aprovecharía así el impulso exterior y su particular «foto para la historia» con el presidente Obama para, contra todo pronóstico, afrontar los cambios en pleno periodo vacacional y sin haber cumplido el primer aniversario de su segundo mantato. La «inusual» remodelación, no porque se lleve a cabo sino por conocerse cuando el presidente aún está fuera de España, sería oficial esta misma semana, probablemente mañana, pues Zapatero no llegará de Turquía hasta esta tarde. El presidente iría a Doñana con los deberes hechos, o no, sólo depende de él. Y puede dar sorpresas. El que fuera número dos de los socialistas sustituiría a la siempre polémica Magdalena Álvarez al frente de la cartera de Fomento.