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Zapatero toma impulso con un Gobierno de marcado perfil político

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Zapatero toma impulso con un Gobierno de marcado perfil político
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MADRID- Confirmados los cambios, confirmadas los tiempos, confirmadas las tres vicepresidencias, confirmados los nombres, confirmados los nuevos titulares de Fomento y Educación, y confirmada, en líneas generales, la nueva estructura del Gobierno. Ya ve, presidente, al final, acertamos. Y, aunque a usted le molestó, con razón, que le hicieran la crisis en pleno éxtasis internacional, la Prensa es lo que tiene, que no respeta cumbre que valga ni plazo que exista si hay una noticia. Así que aquí va, ya escuchado de su viva voz, un nuevo cambio de Gobierno, el séptimo desde que llegó usted a La Moncloa en 2004, y el primero desde que hace un año revalidó su mayoría parlamentaria. Un gabinete, si se nos permite la licencia, más político que técnico es el que nos presenta para salir de la galopante crisis económica. Ya no tendrá en la vicepresidencia económica a un Solbes reticente y perezoso a sus propuestas, sino a una displicente Elena Salgado, dispuesta a ejecutar las órdenes que usted decida sobre política económica que, todo indica, pretende asumir en primera persona. Un socialista pata negra, de la viega guardia felipista, Manuel Chavez, le ayudará desde la vicepresidencia tercera a coordinar las procelosas aguas de la política territorial. Conocimientos no le faltan y experiencia en las Autonomías, tampoco. Habrá que ver cómo cohabitan, no obstante, el nuevo y el viejo socialismo con el que usted marcó distancias hace mucho y ahora se arrima. Menos mal que ha desmentido, presidente, a quienes daban por amortizada a su vicepresidenta primera. Teresa Fernández de la Vega tendrá que repartir poder con los otros dos vicepresidentes, cierto, pero asume las competencias de Función Pública, que hasta ahora tenía Administraciones Públicas. José Blanco, vicesecretario general del PSOE y hombre de su más absoluta confianza, asume Fomento, tras la salida de la más polémica de sus ministras, Magdalena Álvarez. Era un clamor que este departamento necesitaba un cambio, y nadie mejor que alguien dispuesto a pisar territorio y promocionar la inversión pública del Gobierno que su más leal colaborador desde 2000. Trinidad Jiménez, la eterna ministrable, asume por fin las cartas de Sanidad y Asuntos Sociales. ¿Un guiño al zapaterismo de pura cepa y a la extinta Nueva Vía? De aquella época ya no había ni uno en el Gobierno. Caldera, Sevilla y otros son ya historia. Ángel Gabilondo, hombre cercano al PSOE y buen conocedor del mundo universitario, llega a Educación, que vuelve a asumir las competencias en Universidades. Bolonia es una bomba de relojería y nadie mejor que un rector para desactivarla. Ángeles González-Sinde, en Cultura. Con perdón, presidente, pero ni sus más allegados atinan con una interpretación política para este nombramiento más allá del guiño que usted hace al mundo del cine y de la izquierda cultural. No lo decimos nosotros, sino los socialistas: «Es la única licencia frívola y glamurosa que se ha permitido». Por cierto, ¿qué hay de aquella promesa que hizo este verano de crear un Ministerio de Deportes. Se ha arrepentido, ayer lo dijo, y ante la falta de presupuesto se autonombra usted titular de la cosa. En resumen: entran cinco caras nuevas (Manuel Chaves, en la vicepresidencia primera; José Blanco, en Fomento, Ángel Gabilondo, en Educación y Universidades; Trinidad Jiménez, en Sanidad y Asuntos Sociales y Ángeles González-Sinde, en Cultura). Y salen cinco: Pedro Solbes, Magdalena Álvarez, César Antonio Molina, Bernat Soria y Mercedes Cabrera. Sólo De la Vega, Moratinos, Salgado y Espinosa sobreviven al primer Gobierno de 2004, que, por supuesto, mantiene la paridad de la que el presidente hizo siempre bandera. Al fin, presidente, atiende una petición unánime dentro y fuera de su partido: configurar un Gobierno de mayor peso político y menos gestores, con autonomía y con voz propia, pero también exclusivo de personalidades leales y de su confianza. Ahora sólo resta saber si su último cartucho para tomar impulso en las encuestas le funciona, pero, sobre todo, lo más importante, es si éste es el equipo que, como usted nos avanza, cambiará el ritmo en la lucha contra la crisis económica y fortalecerá la cohesión territorial. Por el bien de todos, que así sea.