Defensa

La alianza militar de Marruecos con Israel amenaza a Argelia

Los drones que utilizó Rabat en el ataque contra tres argelinos son de fabricación israelí

Magreb
MagrebAntonio Cruz

La presencia de Israel en el Magreb y el refuerzo de las capacidades militares marroquíes en los últimos tiempos pone de los nervios al régimen argelino, que sufre una profunda crisis económica y una creciente contestación interna. La crisis entre los dos vecinos del Magreb, cuyo telón de fondo es el conflicto saharaui, alcanzó su punto álgido el pasado 24 de agosto, cuando Argel decidió romper relaciones diplomáticas con Marruecos. A finales de octubre, Argel daba por finalizado el contrato del gasoducto Magreb Europa, a través del que el hidrocarburo viajaba a Europa pasando por Marruecos. A comienzos de noviembre, la muerte de tres civiles argelinos como consecuencia del impacto de un proyectil lanzado desde un dron por las Fuerzas Armadas marroquíes elevó al máximo la tensión.Argelia prometió una respuesta militar inmediata, algo que, por fortuna, no se ha producido.

La intensa agenda bilateral desarrollada a lo largo de todo este año por las autoridades marroquíes e israelíes deja claro que la alianza va mucho más allá de la retórica y las buenas intenciones y que ha llegado para quedarse. Los acuerdos y memorandos de entendimiento y cooperación entre las dos administraciones se han sucedido en ámbitos como la agricultura, la energía, la cultura, la ciberseguridad o, sobre todo, la defensa.

Pero el más importante de los hitos se producía a finales del pasado mes de noviembre con la visita del ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, a Rabat, en el curso de la cual los dos Gobiernos firmaban un acuerdo de asociación en materia militar inédito entre Tel Aviv y un país árabe. Un memorándum que sienta las bases para la cooperación bilateral en ciberseguridad e inteligencia, el desarrollo de entrenamientos militares conjuntos y la venta de armas.

No en vano, no tardaría en conocerse, menos de una semana después de la visita de Gantz a Marruecos, que el fabricante de «drones kamikazes», Israel Aerospace Industries, acababa de facturar 22 millones de dólares a Rabat en concepto de varios aparatos no tripulados Harop. En septiembre, el Gobierno marroquí adquirió cuatro unidades del dron israelí Hermes 900. Un mes más tarde, trascendería que Rabat había comprado cinco drones israelíes Skylock Dome, capaces de detectar, verificar y neutralizar dispositivos no tripulados. Además, desde hace meses conocemos las intenciones del país magrebí de desarrollar en su suelo una industria de este tipo de drones con tecnología de Israel.

A comienzos del año que viene se espera, además, en Rabat a la ministra israelí de Economía, Orna Barbivai, en cuya visita se prevé que ambas administraciones firmen una serie de acuerdos en materia económica. «Espero que el próximo año veamos una mayor expansión y consolidación de una fructífera cooperación para beneficio de los dos pueblos», aseguraba ayer el embajador israelí en Rabat, David Govrin, en un tuit. Este mismo miércoles, los ministros de Exteriores de Marruecos, Israel y Estados Unidos se daban cita en una videoconferencia para celebrar el «verdadero éxito» de lo firmado hace un año.