Política exterior
A la espera de Trump
¿Qué podemos esperar de Donald Trump en la 74ª Asamblea General de la ONU? Faltan solo horas para que el presidente de Estados Unidos asista por tercera vez a uno de los eventos diplomáticos más mediáticos del año. Lo hace en medio de tensiones con Irán y una paradójica guerra comercial con China. En el primer caso, no se tiene conocimiento aún si la presencia del presidente iraní, Hasan Rohani, facilite un encuentro entre ambos mandatarios. Todo parece indicar que el ala más dura y conservadora de la Casa Blanca advierten al presidente norteamericano que no sería buena idea. La política exterior de Trump resulta por momentos desconcertante. Probablemente, ha sido uno de los presidentes más pragmáticos de las últimas décadas. En este sentido, no sería descabellado considerar un encuentro cara a cara entre el magnate presidente y el líder iraní. A pesar del ataque perpetrado por el Gobierno fundamentalista islámico a unas instalaciones petroleras saudíes, la idea de aplicar una diplomacia blanda sobre Irán es una posibilidad de la Casa Blanca. ¿Con qué objetivo? Básicamente el de apaciguar e intentar domar al peligroso Gobierno de Rohani. Queda claro que cambios en la política interna de Irán no habrá. Por tanto, cualquier movimiento de Trump hacia Teherán será con el objetivo de apoyar y fortalecer a sus aliados en el Medio Oriente –Arabia Saudí e Israel– y, al mismo tiempo, proteger sus propios intereses en ambos países.
Por otro lado, la ausencia del chino Xi Jinping en la Asamblea General de la ONU diluya pero no ignore el tema de la guerra comercial entre el gigante asiático y la primera potencia del mundo. A pesar de la flexibilización días atrás por parte de Trump y que implica exonerar de los aranceles a 400 productos chinos, lo cierto es que el forcejeo seguirá su curso. Lejos de que esto signifique un reacomodo definitivo de la postura proteccionista y comercial de Trump hacia China, es probable que más temprano que tarde veamos una ratificación o inclusive endurecimiento de las medidas arancelarias. Por último y un poco menos relevante para Trump, está el tema de Venezuela. Juan Guaidó ha afirmado que una delegación asisitirá a Nueva York. Los rumores sobre una presencia del presidente interino siguen creciendo. Por medidas de seguridad, la filtración hacia los medios sobre esta posibilidad está limitada. En caso de asistir, tanto Guaidó como Trump necesitarán la foto, la imagen juntos. Para Guaidó significa un fortalecimiento de la agenda internacional. Para Trump, un pequeño mensaje para su votante latino y fortalecimiento de relaciones con un socio clave como lo es Colombia.
Ante un panorama comprensiblemente diverso, la agenda de Trump en Nueva York abordará cuatro temas críticos y frecuentes para cualquier presidente norteamericano: terrorismo y seguridad (Irán), comercio internacional (China), narcotráfico y democracia (Venezuela).
Director general de Motta Focus
motta@mottafocus.com/@mottafocus
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