Elecciones en Brasil

Ante una nueva etapa

La Razón
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–¿Qué será de Dilma tras ser oficialmente depuesta?

–Depende del éxito que tengan los próximos Gobiernos del país. Creo que la sentencia de la mayor parte de la población brasileña será muy pragmática, de modo que, si la economía brasileña se recupera aceleradamente, Dilma será relegada al pasado. Si, en cambio, el Gobierno de Temer anda mal, Dilma podrá hacerse la víctima, símbolo de la injusticia política. Es un momento delicado, pues la sociedad brasileña está pasando por un proceso de división interna que podría volverse todavía más pronunciada.

–¿La caída de la presidenta es un golpe contra la democracia brasileña?

–La destitución del cargo de presidenta de Dilma Rou-sseff será un duro golpe infringido a la democracia brasileña, en el caso de que asuma el poder el presidente interino, Michel Temer, que no tiene legitimidad para ejercer la función de presidente de la República.

–¿Cuáles son los principales desafíos a los que se tiene que enfrentar ahora Michel Temer?

–Hay muchos desafíos a los que hay que enfrentarse, el principal de los cuales es de carácter político: legitimarse en el poder, pues sin apoyo popular le será difícil a Temer crear condiciones de gobernabilidad, y, por consiguiente, condiciones de aprobación de medidas de austeridad fiscal, reformas, etc. La opinión pública sabe, además, que Temer teme las investigaciones del «caso Lava Jato» y que tiene cierta cercanía con el inhabilitado Eduardo Cunha.