Asad bombardea Alepo con barriles explosivos tras la conferencia de paz

La muerte de 85 personas por bombardeos con barriles de dinamita en Alepo no es, precisamente, un acercamiento a un posible alto el fuego. En el marco de las conversaciones de paz en Ginebra, el régimen sirio ofreció un cese de hostilidades, entre lo que se incluía el fin de los bombardeos aéreos en los barrios urbanos de la que fue la capital económica del país. Sin embargo, los ataques con bidones de TNT en diferentes partes de la provincia de Alepo, que han acabado con la vida de muchos civiles, entre ellos 13 menores, han roto cualquier tipo de pacto con el Gobierno. Al margen de los bombardeos del régimen, en enfrentamientos entre brigadas rebeldes y miembros del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) vinculado a Al Qaeda, al menos 26 personas de ambos bandos perdieron la vida. El ISIL perpetró, además, un atentado con coche bomba contra una base militar de los insurgentes, lo que causó una quincena de fallecidos. Por otro lado, en choques del Ejército Libre de Siria contra las fuerzas del régimen, en los alrededores de la cárcel de Alepo, murieron unos nueve combatientes. Mientras, en la periferia de Damasco, el Ejército sirio y combatientes de Hizbulá se enfrentaron a milicianos islamistas, así como a otras brigadas rebeldes, en Rima.