Viena

Asad combate a los rebeldes en la frontera con Israel

Austria retira a sus «cascos azules» de los Altos del Golán

Soldados sirios permanecen junto a un vehículo al parecer abandonado por rebeldes en la localidad estratégica de Al Quseir
Soldados sirios permanecen junto a un vehículo al parecer abandonado por rebeldes en la localidad estratégica de Al Quseirlarazon

Los rebeldes y el Ejército sirios libran intensos combates por el control del paso de Quneitra, el principal puesto fronterizo entre Siria e Israel.

Los rebeldes sirios celebraron ayer una victoria efímera que se esfumó a las pocas horas. Tras la derrota en Qusair, después de que el miércoles el régimen recuperara el control de esta localidad fronteriza con Líbano, el Ejército Libre de Siria (ELS) atacó el paso de Quneitra, en los Altos del Golán en una maniobra desesperada para infundir ánimos a la revolución que parece que se desmorona.

El Ejército sirio no tardó en contraatacar para recuperar el único cruce con Israel, que tiene un fuerte sentido simbólico para Damasco. Las fuerzas del régimen de Bachar al Asad respondieron con artillería pesada al asalto rebelde que creó por unas horas el caos en está sensible área disputada, donde está desplegada una misión de «cascos azules» de la ONU para el mantenimiento del alto el fuego entre Siria e Israel.

Varios cohetes de mortero cayeron en territorio israelí, poniendo en alerta a las fuerzas de Israel, que tomaron medidas inmediatas para prevenir consecuencias secundarias.

Los enfrentamientos continuaron a menor intensidad, después de que el Ejército sirio retomara el control del paso fronterizo. Los combates se extendieron hasta el pueblo de Jan Arnaba, mientras que otras localidades de la periferia de Quneitra como Bir Ayam, Bureqa y Gabata fueron bombardeadas por tanques gubernamentales.

Desde la zona israelí se pudo observar las columnas de humo, y sonido de los disparos y los bombardeos.

Tras la batalla, el Gobierno austriaco anunció la retirada de los 380 efectivos de su contingente en los Altos del Golán por la creciente inseguridad en la zona.

«El peligro incontrolado e inmediato para los soldados austriacos ha aumentado hasta un nivel inaceptable», dijo en un comunicado el Ministerio de Exteriores austriaco.

A medida que las fuerzas del régimen han aumentado sus ofensivas para recuperar el oeste del país, las fronteras sirias se han vuelto más vulnerables.

Al episodio del paso fronterizo de Quneitra le siguió una salva de cohetes disparados desde territorio sirio que cayeron en Baalbek, en el valle de la Bekaa.

El Ejército libanés confirmó que al menos diez proyectiles habían impacto en está localidad, situada al este de Líbano, e hirieron a una persona y dañaron propiedades.

El valle de la Bekaa, feudo de la guerrilla chií libanesa Hizbulá, se ha convertido en el campo de tiro de los grupos salafistas como Jabhat Al Nusra, vinculado con la banda terrorista Al Qaeda, que son la fuerza más organizada y eficaz que combate en el bando rebelde. Tras la participación del Partido de Dios en la reconquista de Qusair, los rebeldes sirios le han declarado la guerra a la milicia chií dentro de Líbano. Estados Unidos y sus aliados europeos, que han apoyado a la oposición, comparten la preocupación de Israel acerca de la influencia de las facciones radicales islámicas en las filas rebeldes.