Roma
Berlusconi sufre, Letta aguanta
Veinte senadores del PDL se rebelan y reclaman a «Il Cavaliere» que rectifique. El magnate pide a los suyos «seguir unidos» y «lavar los trapos sucios en casa». El primer ministro espera obtener la mayoría en la moción de cofianza
Veinte senadores del PDL se rebelan y reclaman a «Il Cavaliere» que rectifique. El magnate pide a los suyos «seguir unidos» y «lavar los trapos sucios en casa». El primer ministro espera obtener la mayoría en la moción de cofianza
Silvio Berlusconi empieza a quedarse solo en su voluntad de provocar la caída del Gobierno de coalición italiano para acudir cuanto antes a las urnas. Sólo sus seguidores más radicales están a su lado en este momento, mientras que el sector moderado de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), parece cada vez más dispuesto a elegir el sentido común en lugar de la obediencia ciega al líder máximo.
Curiosamente, comparte la línea dura de «Il Cavaliere» el otro gran personaje histriónico de la política italiana, el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), quien se frota las manos con el posible descalabro del Ejecutivo, pues considera que si se celebrasen de nuevo elecciones, su formación sería la encargada de formar Gobierno.
Berlusconi se reunió ayer con los parlamentarios de su partido para explicarles por qué había decidido forzar la dimisión de los ministros del PDL e intentar evitar una ruptura interna. «Il Cavaliere», quien ya sólo utiliza la nueva denominación de la formación, Fuerza Italia, dijo que no tiene una ideología «extremista» y asumió su responsabilidad al asegurar que la decisión de hacer caer al Ejecutivo fue suya. No actuó, pues, «secuestrado» por los «talibanes» del PDL, como decían estos días los moderados del partido para intentar salvar al líder.
En el encuentro apostó por «seguir todos unidos», al tiempo que advertía a los disidentes de que «los trapos sucios se lavan en casa». Luego, por si quedaba alguna duda, repitió que «para nosotros, ha terminado» la experiencia del Gobierno de coalición liderado por Enrico Letta. Sus palabras no convencieron a todos los parlamentarios del PDL, pues un grupo de ellos parece dispuesto a votar a favor del Ejecutivo en la moción de censura que se celebra mañana. Se habla de que hay hasta 20 senadores «berlusconianos» que habrían amenazado al magnate para que dé marcha atrás. De lo contrario, abandonarán su grupo parlamentario y formarán uno propio para poder así sostener a Letta.
Tras la defección del PDL, Letta necesitaría 24 votos para alcanzar la mayoría en el Senado (ya la tiene en la Cámara de los Diputados). Con el apoyo de los senadores vitalicios, los de Izquierda, Ecología y Libertad y los díscolos del M5E, estaría a las puertas de lograrlo. Sólo tendría que rascar entre 10 y 15 senadores «berlusconianos» para sobrevivir. En caso de conseguirlo, es poco probable que su Gobierno vaya más allá de aprobar la nueva ley electoral y los presupuestos. Ya se habla de marzo como posible mes para celebrar los próximos comicios, un escenario que quieren evitar a toda costa tanto el progresista Partido Democrático (PD) –la formación de Letta– como la jefatura del Estado, habida cuenta que, de hacerlo ahora, se votaría de nuevo con el sistema que dio lugar al incierto resultado del pasado febrero.
Tampoco se descarta que el partido de Berlusconi pueda decidir no provocar la caída del Gobierno y mantenerlo con un apoyo externo puntual sobre las distintas cuestiones económicas que vaya aprobando Letta, en aras de no perjudicar aún más la situación de las finanzas italianas. Si el escritor italiano Erri de Luca está en lo cierto y, como dice, la política se ha convertido en una «rama menor de la economía», la crisis del actual Gobierno podría tener solucióVeinte senadores del PDL se rebelan y reclaman a «Il Cavaliere» que rectifique
n. Aunque había pavor ante cómo podían reaccionar los mercados, los inversores parecieron confiar en que se llegue a un apaño por medio de la ruptura del PDL.
Durante los primeras horas del día, las pérdidas fueron muy altas en la Bolsa, al tiempo que se desbocaba la prima de riesgo. Con el paso de las horas, la situación fue mejorando, por lo que la jornada acabó siendo negativa, pero no horrible.
El coste de la parálisis
El índice selectivo milanés perdió un 1,20%, uno de los peores resultados de los parqués europeos, registrando las mayores bajadas los cotizados que orbitan en torno a Berlusconi, como Mediaset o Mediolanum. La prima de riesgo cerró en 266 puntos básicos, un 0,9% más que el viernes, pero menos que a principios de la jornada, cuando alcanzó los 287 puntos. Sigue por encima de la española (252 puntos).
La inestabilidad política ya les cuesta a los ciudadanos italianos, pues el bloqueo del Gobierno ha provocado que salte por los aires la congelación de la subida del IVA, que hoy pasa del 21 al 22 por ciento. El aumento supone un gasto estimado anual de 350 euros por familia.
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