Internacional

Bob Woodward: «En primer lugar está la verdad, incluso antes que la vida»

El célebre periodista que destapó el caso Watergate asegura que «hay sospechas pero no pruebas fehacientes» de la participación de Trump en la trama rusa

El periodista estadounidense Bob Woodward, en Madrid
El periodista estadounidense Bob Woodward, en Madridlarazon

El célebre periodista que destapó el caso Watergate asegura que «hay sospechas pero no pruebas fehacientes» de la participación de Trump en la trama rusa

Bob Woodward, leyenda viva del periodismo desde que destapara el caso Watergate con su compañero del “Washintgon Post” Carl Bernstein, habló en Madrid de lo que mejor conoce, el periodismo y la democracia en Estados Unidos. Durante su intervención en el foro Management & Business Summit, organizado por Atresmedia, y antes, en una entrevista de Carlos Alsina realizada en el Congreso de los Diputados, el periodista pidió a los medios de comunicación paciencia y honestidad en su trabajo. También defendió “el poder del periodismo, que dice que la verdad está en primer lugar, antes que la política e incluso antes que la vida”.

Frente a la vorágine de internet y de las noticias rápidas, el periodista de investigación reclamó la receta clásica: tiempo y perseverancia. “El problema de los medios -añadió- es que somos impacientes, no le dedicamos el tiempo necesario a ir y llamar a la puerta y recoger la información. Un buen periodismo requiere de mucha energía y empuje, y muchas veces se necesitan semanas, meses y a veces años para sacar una historia, pero ese es nuestro trabajo y eso no hay que olvidarlo”. “La cuestión es que nos hemos vuelto vagos”, zanjó este periodista que lleva casi 45 años trabajando en el “Washington Post”.

En el contexto de la nueva administración estadounidense, con la investigación en marcha sobre el entorno del presidente Donald Trump por supuestas conexiones con Rusia para perjudicar la candidatura de Hillary Clinton, Woodward señaló que la Prensa tiene que seguir investigando y que aún no se puede probar que el equipo del mandatario republicano está involucrado en una conspiración con los rusos. “Hay sospechas, pero no pruebas fehacientes”.

Y añadió: “La Inteligencia americana dice que sí, pero aún no lo ha publicado, y la gran pregunta es si Trump estuvo involucrado en todo este proceso para amañar las elecciones. Aún no se sabe. En el caso Watergate era evidente que hubo un crimen porque existió un robo y cinco personas fueron arrestadas. Aquí no está claro cuál es el crimen, porque la operación rusa es la clásica operación de espionaje que Estados Unidos puso en práctica en los años cincuenta. Así que, ¿vamos a acusar a Vladimir Putin por ese crimen?

Woodward, inmortalizado por el cine en “Todos los hombres del presidente” por Robert Redford, cree que aún queda un largo camino para conocer toda la verdad sobre el asunto. El Watergate, que le costó la presidencia a Richard Nixon, llevó dos años de trabajo periodístico, mientras que sólo han transcurrido seis meses desde el estallido del Rusiagate, un caso del que “sólo tenemos un 5% o 10% de las respuestas que hay que tener”.

El problema, añadió, es trabajar con ideas preconcebidas en lugar de con hechos: “Los pasos parciales para explicar la conexión con Rusia han hecho que muchas personas dentro del periodismo hayan perdido credibilidad”, añadió. Woodgate, cuyo libro “Todos los hombres del presidente” acaba de ser reeditado en España por Libros del Lince, defendió el periodismo agresivo: “Si contaminamos el periodismo con ideas preconcebidas nos vamos a perder la historia real y pasa muy a menudo en Estados Unidos, donde el mayor problema es el gobierno secreto. Tenemos que ser duros, pero sin ideas preconcebidas”.

Otro de los consejos del maestro: todos cometemos errores y “está bien reconocerlos, la gente aprecia la honestidad”. Woodward recordó que “Hillary Clinton cometió el error de no admitir que había cometido fallos, por eso cuando hablaba no se sabía si estaba diciendo la verdad”. Su visión de la presidencia de Trump parece sombría: Con Obama “no existía ese lemento de miedo que Trump está aportando. Tal y como él dijo, el auténtico poder es el miedo”.

Frente a la capacidad de intimidación y el poder de cambiar las cosas de cualquier presidente, Woodward reclamó “la fuerza limitadora del periodismo”. A su juicio, “si nos ponemos a mirar lo que puede hacer la prensa, realmente no tiene límites”. “En el periodismo -añadió- no hay nadie tan poderoso que no pueda ser retado de forma abierta”. El veterano reportero describió dos rasgos fundamentales que deben tener todos los presidentes de Estados Unidos: “La buena fe y algún tipo de autoridad moral. En el caso de Trump, estas dos cosas aún no se han visto”.

Carlos Alsina le preguntó para su programa de Onda Cero por su visión de España, y su colega estadounidense respondió que “la democracia está viva y sana” en nuestro país, y que “los medios están haciendo su trabajo a pesar de los desafíos que suponen internet y la velocidad con la que se transmiten las informaciones. El periodismo ha destapado casos de corrupción del Gobierno español”.