Brasil

Bolsonaro cuestiona la ayuda que le brinda el G-7 para el Amazonas

Brasil insiste en que la situación generada por el fuego en la Amazonía ha sido «exagerada» por «cuestiones políticas» y en que los incendios no están «fuera de control»

Selva amazónica devorada por el fuego en la región de Alvorada da Amazonía, en Brasil/AP
Selva amazónica devorada por el fuego en la región de Alvorada da Amazonía, en Brasil/APlarazon

Brasil insiste en que la situación generada por el fuego en la Amazonía ha sido «exagerada» por «cuestiones políticas» y en que los incendios no están «fuera de control»

El G-7 decidió desbloquear una ayuda de urgencia de 20 millones de euros para la Amazonía, principalmente destinados al envío de aviones bombarderos de agua que luchen contra los incendios, según anunciaron ayer el presidente francés, Emmanuel Macron, junto a su homólogo chileno, Sebastián Piñera. Esta «iniciativa para la Amazonía» salió tras una sesión de la cumbre de Biarritz consagrada al medio ambiente, durante la cual Donald Trump, reticente a pronunciarse contra la emergencia climática y aliado del presidente brasileño Jair Bolsonaro, se ausentó.

El presidente francés aseguró asimismo que su Gobierno ofrecerá medios militares para las tareas de control del fuego. Además del envío de una flota aérea, el G-7 decidió un plan de ayuda a medio plazo destinado a la reforestación que será presentado ante la Asamblea General de la ONU a finales de este mes de septiembre. Para ese plan será necesario el acuerdo de Brasil y un trabajo con las ONG y las poblaciones locales. En cualquier caso se trata de una medida contradictoria teniendo en cuenta que Noruega e Irlanda ya han anunciado que suspenderán una ayuda al Fondo por el Amazonas por 62 millones de dólares.

Emmanuel Macron ha hecho de la situación de la Amazonía una de las prioridades del encuentro, llamando a la «movilización de todas las potencias» para combatir el fuego y reforestar. Brasil insiste en que la situación generada por el fuego en la Amazonía ha sido «exagerada» por «cuestiones políticas» y en que los incendios no están «fuera de control» ni son los peores registrados históricamente en una zona que «cada año» se enfrenta a las llamas.

De acuerdo con fuentes oficiales consultadas por Efe, uno de los motivos políticos que ha llevado a varios países a «exagerar» la repercusión de los actuales incendios es la resistencia de algunos miembros de la Unión Europea al acuerdo de libre comercio con el Mercosur que ambos bloques anunciaron hace dos meses. «Francia e Irlanda siempre estuvieron entre los pocos países que se resistían al acuerdo», dijo a Efe una fuente oficial, y señaló que han sido «los primeros» en amenazar con no ratificar el tratado con el Mercosur con el argumento de que Brasil, por causa de los incendios, no cumple con sus compromisos ambientales.

En este contexto de crispación, Bolsonaro puso en duda la viabilidad de la ayuda internacional. «No podemos aceptar que un presidente, Macron, lance ataques gratuitos a la Amazonía, ni que disfrace sus intenciones de una alianza de los países del G-7 para salvar la Amazonía como si fuésemos una colonia o una tierra de nadie», dijo.

En declaraciones a la prensa desde Brasilia, añadió con tono de sospecha: «Macron promete ayuda de los países ricos a la Amazonía. ¿Alguien ayuda a alguien sin pedir nada a cambio? ¿Quién está vigilando el Amazonas? ¿Qué es lo que quieren allí?».

Según las últimas cifras, en Brasil han sido detectados 79.513 incendios desde el inicio del año, de los cuales algo más de la mitad en la Amazonía. Entre el viernes y el sábado se declararon 1.130 nuevos. Presionado por la comunidad internacional, Brasil acabó por entrar en acción, enviando a la zona en llamas dos aviones Hércules que empezaron a echar miles de litros de agua sobre las llamas en el estado de Rondonia.

Ayer, el Gobierno aseguró que los miembros de la Fuerza Nacional enviados comenzaron a obtener resultados, tras confirmar la extinción del fuego en el Parque Nacional Campo Ferruginoso, al sur del estado de Pará, una de las zonas afectadas. Pese a las críticas por la flexibilización de las políticas ambientales, lo que ha contribuido para agravar la deforestación, así como por la demora en responder a los incendios, el Gobierno de Bolsonaro garantizó que la situación está bajo control

El fuego ha arrasado también áreas de la región fronteriza con Bolivia y han provocado una densa humareda a lo ancho del Amazonas, un tesoro ecológico de 5,5 millones de kilómetros cuadrados bajo amenaza. Aunque al principio se negó, finalmente el presidente Evo Morales ha aceptado la ayuda internacional.