Reino Unido
Boris Johnson propone vincular al Ulster con la UE hasta 2025
Como alternativa al “backstop”, el «premier» quiere que Irlanda del Norte permanezca alineada al mercado único, pero no a la unión aduanera, lo que obligará a establecer controles
Como alternativa al “backstop”, el «premier» quiere que Irlanda del Norte permanezca alineada al mercado único, pero no a la unión aduanera, lo que obligará a establecer controles
Boris Johnson pasea por el Centro de Convenciones de Manchester cual estrella de rock. La gente hace corrillos para verle y le aplauden entusiasmados. Ni las acusaciones de acoso sexual de la periodista Charlotte Edwardes ni la investigación que lleva a cabo un órgano independiente de Scotland Yard sobre un posible trato de favor a una ex modelo y empresaria americana cuando estaba al frente de la Alcaldía de Londres han hecho mella en la popularidad del excéntrico político entre sus fieles.
Johnson siempre había soñado con este momento y ahora saborea cada minuto de gloria. El colofón llegará este miércoles cuando clausure el Congreso Anual del Partido Conservador y recurra, una vez más, a sus polémico símiles de estrategias militares para avivar aún más el ánimo entre los simpatizantes de cara a las elecciones generales que todo el mundo espera para más temprano que tarde en el Reino Unido.
El problema es que la fiesta que se respira en Manchester es tan sólo una burbuja. La realidad en Westminster es muy diferente. Johnson no cuenta con un Gobierno en mayoría y todas las propuestas que ha presentado hasta la fecha en la Cámara de los Comunes han sido rechazadas. Por lo que se antoja complejo que ahora vaya a conseguir el respaldo de sus señorías para ratificar el Acuerdo de Retirada del Brexit que trata de concluir con Bruselas antes de la cumbre clave del 17 y 18 de octubre. Repite que su intención es cerrar un divorcio ordenado, pero si este no fuera posible, insiste en que el Reino Unido saldrá del bloque “con o sin pacto”.
Johnson presentará hoy su plan para el Brexit que prevé «dos fronteras durante cuatro años» que dejará a Irlanda del Norte en una relación especial con Europa hasta 2025, revelaba anoche «The Daily Telegraph». El plan, del que se informó a las principales capitales de la UE el martes, aceptará la necesidad de una frontera regulada entre Reino Unido e Irlanda del Norte en el mar de Irlanda durante cuatro años, y controles aduaneros entre el Ulster y la República de Irlanda.
La propuesta significa que Irlanda del Norte permanecerá en gran parte del mercado único de la UE hasta al menos 2025, pero abandonará la unión aduanera junto con el resto de Reino Unido. Acabado este plazo, la Asamblea del Ulster podrá decidir si permanece alineada a la UE o pasa a regirse por la legislación británca como el resto de Reino Unido.
El principal escollo siempre ha sido la salvaguarda para evitar frontera dura en Irlanda. En este sentido, el “premier”, por primera vez, ayer reconoció que una vez el Reino Unido abandone el bloque serán necesarios “algunos controles” entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
El líder “tory” descartó la posibilidad de crear controles aduaneros a una distancia de cinco kilómetros de la separación física entre norte y sur de la isla, tal y como aseguraban los rotativos. Asimismo señaló que no volvería a existir una “frontera dura” que pusiera en peligro la paz en el Ulster. Sin embargo, en una entrevista con la BBC, el controvertido político recalcó que un país “unido y soberano tiene que tener un único territorio fronterizo”. “La gente debe enfrentarse a la cruda realidad. Nos vamos de la UE, y eso, me temo, supondrá algún cambio en el statu quo”, matizó.
Desde hace días, la prensa británica viene especulando con distintas alternativas, como soluciones tecnológicas para seguir por satélite las rutas de mercancías o la creación de los llamados “Transportistas de confianza”, un método por el que se concede la gestión de mercancías a empresas con reputación consolidada. En cualquier caso, el Número 10 sigue sin definir su estrategia y, según la BBC, fuentes del Gobierno acusan a la Comisión Europea de filtrar sus propuestas para crear “una reacción hostil” ante un posible acuerdo.
A la espera de recibir las propuestas británicas, los gobiernos de la UE discuten otorgar a Londres una importante concesión sobre el Brexit, limitando el tiempo del controvertido “backstop”, según informa la agencia Bloomberg citando fuentes comunitarias. Cualquier límite de tiempo otorgado por la UE podría estar vinculado a dar voz a la Asamblea de Irlanda del Norte sobre si la provincia permanece en la salvaguarda. Según dichas fuentes, los Veintisiete aceptarían esta cesión si el Gobierno de Johnson suaviza su posición.
Por otra parte, también hay rumores que apuntan a que, como parte del pacto, Johnson pedirá a los Veintisiete que no concedan más prórrogas del Brexit. Pero lo cierto es que ni siquiera en los corrillos del Congreso del Partido Conservador se puede encontrar a alguien que sepa a ciencia cierta qué es lo que va a ocurrir en las próximas semanas clave.
En caso de que se aliaran los astros y finalmente Johnson consiguiera cerrar con la UE un Acuerdo de Salida, algunos consideran que, a fin de acabar con la crisis institucional que desde hace tres años reina en Westminster, el “premier” sí tiene luego posibilidades de ratificarlo en la Cámara de los Comunes. Pero otros creen que es completamente imposible dado el clima de hostilidad que se respira desde la polémica derogación del Parlamento, calificada de “ilegal” por el Supremo. “Ni siquiera Dominic Cummings [el oscuro asesor del premier] sabe cuál va ser el desenlace de todo esto”, aseguran en los pasillos. La tensión, por lo tanto, durará hasta el último momento.
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