Unión Europea
Cientos de refugiados protestan en Budapest al grito de «¡Alemania, Alemania!»
Centenares de refugiados volvieron a protestar hoy al grito de "Alemania, Alemania"ante la estación Keleti de Budapest, donde la policía húngara les impide tomar un tren en dirección a Europa Occidental.
Centenares de refugiados volvieron a protestar hoy al grito de "Alemania, Alemania"ante la estación Keleti de Budapest, donde la policía húngara les impide tomar un tren en dirección a Europa Occidental.
"¿A dónde queréis ir?", jaleaba uno de ellos, mientras que el resto respondía a coro: "Alemania, Alemania", y también repetían el nombre de la canciller germana, Angela Merkel, o su país de procedencia, "Siria, Siria"
La policía húngara impidió ayer que centenares de refugiados llegados de zonas de conflicto de Oriente Medio embarcasen en un tren rumbo a Austria y Alemania, algo que sí permitieron el lunes.
Alrededor de un centenar de policías antidisturbios bloquean la entrada a la estación sin que se hayan producido incidentes violentos de ningún tipo.
Los alrededores de la terminal se han convertido en un improvisado campo de refugiados, sin apenas apoyo de las autoridades, y en el que familias enteras duermen sobre el suelo, con meros cartones y mantas, mientras que los más afortunados cuentan con tiendas.
Majda Nowss, una profesora de inglés de Alepo (Siria) que viaja con su marido y tres niños de entre diez y cuatro años, asegura que el hormigueo continuo de gente no les permite descansar y lamenta que no les dejen seguir su ruta en dirección a Dinamarca, donde afirma que tiene un hermano abogado.
"Apenas podemos descansar, siempre hay gente por todas partes, y tampoco podemos ducharnos. ¿Por qué no nos dejan seguir?", se lamentaba en declaraciones a Efe.
Sus hijos Esam y Nadra acompañaban las explicaciones de su madre con un cartel escrito en inglés en el que se leía: "Por favor, entendednos, dejadnos marchar".
Anoche un grupo de unos diez neonazis húngaros trataron de provocar a los inmigrantes agolpados lanzando lemas fascistas y diciendo que se marcharan del país, pero los voluntarios húngaros que ayudan a los refugiados mediaron y la situación no pasó a mayores.
Dos jóvenes húngaras, Amina e Iren, se encararon con los radicales y les afearon su actitud.
"Les dicen que se vayan y es eso mismo lo que quieren los refugiados, pero no les dejan. Sólo quieren provocarles", explicó Amina a Efe.
La ira de muchos refugiados es visible después de que comprasen billetes, algunos por valor de más de cien euros, para poder viajar a Alemania y se les impida embarcar, y tampoco pueden recuperar su dinero.
Hasta ahora no se ha dado una explicación clara de por qué las autoridades húngaras permitieron embarcar a más de 3.600 personas el lunes con destino a Alemania, una medida que despertó las críticas del Gobierno austríaco.
El Ejecutivo húngaro sostiene que con la restricción sólo cumple con sus compromisos con el espacio Schengen, como no permitir que personas de terceros países sin el correspondiente visado puedan acceder a medios de transporte internacionales.
Hungría es el primer miembro del espacio Schengen en la ruta de los Balcanes, que empieza en Grecia y por la que más de 150.000 personas han llegado al país centroeuropeo en lo que va de año.
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