Nairobi

Cinco muertos y dieciséis heridos por una bomba en Nairobi

La cifra de víctimas mortales en la explosión de una bomba junto a una mezquita en Eastleigh, el barrio de mayoría somalí de Nairobi, ascendió hoy a cinco, informaron fuentes policiales citadas por la emisora local Capital FM.

De acuerdo con las mismas, tres de las víctimas fallecieron el viernes, cuando ocurrió la explosión, mientras que dos más perdieron la vida en la madrugada de este sábado cuando se encontraban hospitalizadas.

Además, otras 16 personas resultaron heridas, entre ellas el parlamentario Yusuf Hassan, quien se encontraba allí dando un discurso y que sigue hospitalizado.

"Hassan está bien. Tiene heridas en las piernas", dijo el secretario de Estado de Seguridad Interna, Mutea Iringo, tras visitarle en el Hospital Aga Khan de la capital keniana.

Según la prensa local, el ataque se produjo en torno a las 20.00 hora local del viernes (17.00 GMT) cuando un desconocido lanzó una granada a los fieles que salían de la oración en la mezquita de Hidaya, en Eastleigh.

El pasado miércoles, otro ataque similar tuvo lugar en el mismo barrio, y causó un muerto y 6 heridos.

Kenia ha registrado una treintena de ataques desde que el Ejército local iniciara, el 15 de octubre de 2011, una ofensiva en Somalia contra la milicia fundamentalista islámica Al Shabab, que ha amenazado en varias ocasiones con perpetrar ataques en Kenia como represalia.

Estos atentados han dejado varias decenas de muertos y más de un centenar de heridos.

La incursión militar comenzó dos días después del secuestro de dos cooperantes españolas de la ONG Médicos sin Fronteras en el campo de refugiados de Daabad (en el este y a unos 100 kilómetros de Somalia), el cuarto en poco más de un mes, todos ellos supuestamente obra de Al Shabab, según las autoridades kenianas.

La milicia, que el pasado febrero anunció su unión formal con la red terrorista Al Qaeda, combate desde 2006 a las autoridades somalís y a las fuerzas multinacionales de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) para instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.

A pesar de los recientes avances de las tropas aliadas contra Al Shabab, los radicales aún controlan buena parte del centro y el sur de Somalia, donde el Ejecutivo somalí aún no está en condiciones de imponer su autoridad.

Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.