Reino Unido

Corbyn promete dar la batalla contra los misiles Trident

El nuevo líder de los laboristas acude al congreso anual del partido con una agenda izquierdista que preocupa al núcleo duro

Corbyn recibe las felicitaciones de simpatizantes a su llegada a Brighton, donde se celebra la cita laborista
Corbyn recibe las felicitaciones de simpatizantes a su llegada a Brighton, donde se celebra la cita laboristalarazon

Jeremy Corbyn, bautizado como el Pablo Iglesias británico, llegó ayer como una estrella de rock a Brighton, donde a partir de hoy el Partido Laborista comienza su congreso anual. El político se hizo fotografías con todos los simpatizantes que aguardaban a las puertas de su hotel. «Mirad la unidad que se vive aquí», respondía a los periodistas. «Mirad la esperanza que la gente tiene para que podamos crear una sociedad decente donde haya una vivienda digna, educación, servicio de salud decente y esperanza para los jóvenes. Esto es lo que une al Partido Laborista», recalcó. La realidad, sin embargo, es que sus filas están más divididas que nunca. A pesar de que el activista fue elegido el pasado 12 de septiembre gracias al apoyo de los afiliados, la mayoría de los diputados laboristas temen que sus propuestas radicales conviertan a la formación en un movimiento de protesta.

El congreso, por tanto, será la primera prueba de fuego para comprobar si Corbyn es capaz de imponer su autoridad. La expectación mediática es máxima. Entre otras cosas porque en las dos semanas como líder, el veterano diputado de 66 años se ha hecho notar en cada una de sus apariciones. Entre otros, se ha negado a cantar el himno nacional («Dios salve a la Reina») defendiendo sus ideales republicanos y ha abogado por la unidad de la isla de Irlanda en medio de la profunda crisis política que se vive estos días en Belfast.Para los próximos cuatro días, el nuevo líder de la oposición –que a pesar de ser parlamentario desde 1983, nunca ocupó un puesto ministerial– ha prometido jornadas de intensos debates, en los que se tendrá muy en cuenta la opinión de los delegados a la hora de redactar las políticas, ya sea en materia económica, defensa o asuntos exteriores. Entre otros, se debatirá asuntos espinosos, como el futuro de la flota de submarinos nucleares Trident, los cuales quiere retirar con el apoyo del Partido Nacionalista de Escocia.

En asuntos económicos, Corbyn aboga por renacionalizar algunos servicios y no recortar impuestos, aunque se ha comprometido a mantener la responsabilidad presupuestaria y cumplir las metas marcadas por el actual Gobierno de reducir el déficit de aquí al año fiscal 2019-20. En ese sentido, el portavoz de Economía, John McDonnell –íntimo amigo de Corbyn y como él, reacio a las medidas de austeridad– explicó ayer a la BBC que se busca un proceso que incluya a todos». «Lo que estamos tratando de hacer es que el proceso de formulación de políticas sea lo más inclusivo posible. Algunos no estarán de acuerdo, pero tenemos que respetar la opinión de la gente. Tenemos que respetar el que haya otras opiniones distintas en el partido», insistió McDonnell.

Otro tema controvertido será si el laborismo apoyará el llamado «Brexit», la salida del país del bloque europeo ante el referéndum prometido por el «premier» David Cameron. A pesar de que Corbyn ya ha adelantado que está a favor de continuar dentro de la UE, considera que debe haber reformas «porque funciona demasiado como una economía de mercado».