Ankara
Críticas al Gobierno turco por confiscar el diario opositor «Zaman», el más vendido del país
La orden se justificó en su presunta vinculación con la red del predicador islamista Fetullah Gülen
La confiscación el viernes de otro medio de comunicación por parte del Gobierno turco ha provocado una nueva oleada de críticas, tanto dentro como fuera del país, ante lo que se ve como un nuevo ataque a la libertad de prensa.
La confiscación el viernes de otro medio de comunicación por parte del Gobierno turco ha provocado hoy una nueva oleada de críticas, tanto dentro como fuera del país, ante lo que se ve como un nuevo ataque a la ef="/internacional/disturbios-en-turquia-por-la-intervencion-del-diario-critico-zaman-EA12122710">libertad de prensa.
El diario Zaman, el más vendido del país, fue puesto el viernes por orden judicial bajo control de un grupo de administradores designados por el Gobierno.
La orden se justificó en su presunta vinculación con la red del predicador islamista Fetullah Gülen, al que el Ejecutivo acusa de intentar crear un "Estado paralelo"usando su influencia en la judicatura y la Policía.
Distintas asociaciones de periodistas han criticado la confiscación del diario, cuya sede en Estambul fue ocupada en la noche del viernes por agentes antidisturbios.
La Policía llegó a usar gas lacrimógeno y cañones de agua contra los lectores y simpatizantes que se congregaron el viernes y el sábado ante el diario para protestar por su intervención.
La Sociedad de Periodistas Turcos emitió hoy un comunicado criticando la "mentalidad del Gobierno de silenciar a la prensa", los arrestos de periodistas, el cierre de algunos medios y las multas a otros.
"Queremos recordar al Gobierno que, al mismo tiempo que interviene en los medios que no aprueban su opinión, también empuja al desempleo a miles de trabajadores de los medios", advirtió esa asociación.
Desde el Sindicato de Periodistas se denunció que con la confiscación de Zaman "las libertades de prensa y conciencia son pisoteadas de nuevo".
Este colectivo recordó que el Gobierno ya intervino el pasado año dos emisoras de televisión y un periódico del grupo mediático Ipek, también bajo la acusación de colaborar con Gülen.
Esos medios fueron cerrados la semana pasada.
"La democracia turca está gravemente herida con el movimiento del Gobierno hacia la transformación de Turquía en un Estado policial donde no se tolera ninguna crítica", alertó la organización sindical.
También desde Estados Unidos han llegado críticas. Su embajador en Ankara, John Bass, dijo en una nota que está siguiendo la confiscación de Zaman y aunque pidió que se respete el proceso legal, también recordó que debe respetarse igualmente la libertad de prensa.
Más contundente fue John Kirby, portavoz del Departamento de Estado, quien el viernes calificó de "alarmante"la puesta de Zaman bajo control del Ejecutivo.
"Vemos esto como la última de una serie de medidas judiciales y de aplicación de la ley tomadas por el Gobierno turco contra medios críticos", declaró.
Desde la UE, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, afirmó que abordará el asunto de Zaman con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, durante su visita a Bruselas de mañana.
"El control de Zaman es otro golpe a la libertad de prensa en Turquía. Quiero tratar este asunto el lunes con Ahmet Davutoglu", aseguró el viernes Schulz en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Desde el Gobierno, el propio Davutoglu pidió respeto para la acción de la Justicia y negó que la confiscación de Zaman se trate de un asunto político.
Davutoglu aseguró que no se pueden cerrar los ojos ante una "estructura paralela dentro del Estado que utiliza a la prensa y otros instrumentos", en referencia a Gülen.
Hasta su intervención el viernes, el diario tenía una línea dura contra el Gobierno, criticando tanto la marcha de la economía, la política exterior en Siria o los ataques a la libertad de prensa.
El sábado, el diario salió a la calle con una primera página en negro y el mensaje "La Constitución, suspendida".
Sin embargo, la edición de hoy tiene ya un tono mucho más cercano al Gobierno y al presidente, Recep Tayyip Erdogan.
La portada de hoy se refiere a una ceremonia oficial sobre la construcción del tercer puente sobre el Bósforo en Estambul y el titular "Histórica excitación en el puente".
Otra historia de portada muestra una foto de Erdogan y anuncia que el presidente ofrecerá una recepción en el Palacio Presidencial con motivo del Día de la Mujer.
Zaman tuvo una línea editorial de apoyo al Gobierno hasta diciembre de 2013, cuando se sumó a las acusaciones de corrupción contra el entonces primer ministro y ahora presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Fue ese año cuando la creciente tensión entre Erdogan y Gülen, aliados durante años, estalló en un conflicto abierto en el que el Gobierno acusó al predicador, exiliado en Estados Unidos, de usar su influencia en la Policía y la judicatura para crear un Estado paralelo y derrocar el Gobierno.
Dogan Tilic/Efe
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