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Cuatro muertos al descarrilar un tren en Nueva York

Cuatro muertos al descarrilar un tren en Nueva York
Cuatro muertos al descarrilar un tren en Nueva Yorklarazon

Al menos cuatro personas han muerto y 67 se encuentran heridas tras el descarrilamiento hoy en el Bronx (Nueva York) de un tren de pasajeros, informó hoy la policía de Nueva York.

Quedaban pocos minutos para llegar a la estación Gran Central en el corazón de Manhattan. Joel Zaritsky se acababa de quedar dormido cuando de repente el vagón en el que iba empezó a rodar fuera de la vía. Y aterrizó de lado. Se había subido en la estación de Pughkeepsie(Nueva York), de donde salía el tren Metro-North de las 5:54 de la mañana (11:54 en España), dispuesto a aprovechar el último día del largo fin de semana de Acción de Gracias para ir a una conveción. Pero todo cambió pasadas las 7. El tren acometía una curva junto al puente Henry Hudson, uno de los que une el barrio de El Bronx con Manhattan, y todo se precipitó en unos instantes. El convoy descarriló en medio de un estruendo. Todo se movió y cayó. Enseguida fue consciente de que apenas le había pasado nada. Un corte en la mano y unas contusiones. Zariutsky recuerda los gritos de la gente, aunque todavía no puede creer lo que ocurrió ayer por la mañana. No puede decir mucho más además de que es feliz de permanecer con vida.

Tuvo suerte, al menos otros cuatro pasajeros murieron y 67 resultaron heridos, de los que 11, al cierre de esta edición, se encontraban en estado crítico, según informó el portavoz del departamento de Bomberos de Nueva York, Jim Long. Tres de las personas fallecidas salieron despedidas del tren durante el desacarrilamiento.

Otro pasajero, Rider Dennis O´Neil, indicó que el tren iba demasiado deprisa. A él, después de descarrilar, la fuerza la tiró contra la ventana. «Pude sentir el movimiento. Había gente malherida delante de mí», reconoció.

Muchos vecinos se asomaron por la ventana tratando de entender qué había sido el terrible estruendo que les había despertado. Muchos pensaron que había sido una sucesión de bombas. «Muchos boom», indicaron algunos. Pero, luego, vieron los coches del tren a los lados de la vía. Michael Keaveney pensó que todavía estaba soñando cuando escuchó el ruido del accidente. «Pensé que era una pesadilla», explicó. Todo encajaba. Era como una película. Miró por la ventana y vio los coches tumbados. Pasaron hasta diez minutos sin que se viese ningún tipo de movimiento. Entonces, empezaron los ruidos. Y más tarde aparecieron los primeros servicios de emergencia. Fueron los bomberos los que llegaron antes. Treparon por los coches, y abrieron las puertas para que puedieran salir los pasajeros.

En una rueda de Prensa el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, indicó que el conductor del tren se encontraba entre los heridos, aunque declinó ofrecer la identidad de los fallecidos debido a que en ese momento no se habían puesto en contacto con sus familias. «Es una situación muy difícil», indicó Cuomo, que midió sus palabras al milímetro antes de conocer más detalles de lo que había ocurrido en la línea del Hudson. Todavía así, quiso recordar que cualquier curva tiene restricciones de velocidad, y que los investigadores repasan las vías, los equipos y el sistema de señales.

El Comisionado del departamento de Bomberos Salvatore J. Cassano reconoció que «había más de cien personas en el tren, y podía haber sido mucho peor si hubiesen viajado más pasajeros. En un día laboral, con el tren ocupado, habría sido un desastre tremendo», reconoció Cassano.