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Un destino turístico "de aventura": el inquietante vídeo viral con el que un afgano se ríe de los talibanes

Una campaña turística improbable

¿Audaz o inquietante? El anuncio viral de Afganistán
¿Audaz o inquietante? El anuncio viral de Afganistán Youtube

En uno de los escenarios más improbables del mundo, Afganistán, ha nacido una campaña turística que desafía toda lógica y cuyo artifice no es una agencia de marketing, sino un joven influencer armado con una herramienta inesperada: la sátira. A través de vídeos virales que parodian el régimen talibán, está invitando al mundo a visitar su país, generando una mezcla tanto de fascinación y risas, de parte de algunos, como de profunda incomodidad.

El método empleado por el influencer consta de una clara referencia a una comunicación emitida por una guerrilla, para lo cual se apropia de la estética del poder con la que se han asociado estos grupos: túnicas, turbantes, un pose solemne, entre otros incluso de mayor complejidad en cuanto a su impacto visual, pero que, en este caso, pretendió despojar de su rigidez para convertirlo en una parodia accesible.

En sus vídeos de TikTok e Instagram, un supuesto combatiente talibán no habla de yihad, sino que elogia con entusiasmo la calidad del kebab local, la belleza de las montañas o la hospitalidad de su gente, todo con un guión que parece sacado de un anuncio de viajes, excepto por las armas, claro. Son todos estos elementos los que componen un cóctel de ironía y marketing que deja al espectador sin saber si reír o preocuparse.

Las reacciones no se hicieron esperar y oscilan entre la risa y la preocupación

Como era de esperar, su trabajo ha desatado una tormenta de reacciones encontradas, ya que para una parte de la audiencia es un acto de valentía casi subversivo; ven en ello a un genio que utiliza el humor para humanizar a su pueblo y romper con estereotipos que han definido a Afganistán durante décadas. También por esto, ven en su contenido una forma de resistencia cultural, un grito que dice: "somos más que el conflicto". Para otros, sin embargo, su estrategia es una trivialización irresponsable, un blanqueamiento peligroso de un régimen que reprime a las mujeres y viola los derechos humanos.

Si bien su objetivo trasciende el mero chiste y se plantea como misión el dinamitar la narrativa única en torno a su país, parece que el humor choca contra un muro de realidad ineludible, pues mientras sus vídeos suman millones de visualizaciones, Afganistán sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del planeta. Las advertencias de viaje internacionales, los ataques terroristas y la brutal opresión del régimen talibán, especialmente contra las mujeres, como mencionan muchos usuarios de redes sociales en línea, forman un telón de fondo que su sátira no puede borrar.

La gran paradoja de promover normalidad donde la anormalidad es norma

En redes sociales el debate está planteado mediante críticas feroces e implacables en muchos casos, pues se ve en su contenido una peligrosa normalización, como una especie de "blanqueamiento" inaceptable de un régimen represivo. Particularmente se ha centrado la atención en la persecución sistemática a mujeres y minorías que van desde niñas privadas del acceso a la educación hasta activisras encarceladas y violencia institucionalizada. De esta manera, a pesar de que se pueda reconocer el potencial del humor como instrumento de transformación cultural, muchos usuarios de redes sociales acusan al influencer de trivializar el sufrimiento y de ofrecer una imagen que ignora las victimas del régimen talibán.