Política

París

Detenido en Francia el presunto culpable de la brutal agresión a un joven en París

El ministro francés del Interior, Manuel Valls, anunció hoy la detención del presunto responsable de una agresión brutal a un joven militante de izquierdas, que le ha dejado en estado de muerte cerebral.

El ministro francés del Interior, Manuel Valls, anunció hoy la detención del presunto responsable de una agresión brutal a un joven militante de izquierdas, que le ha dejado en estado de muerte cerebral.

En total, según fuentes policiales, han sido arrestadas cuatro personas, y se cree que algunos de los agresores "gravitan en torno al núcleo duro"del grupúsculo de extrema derecha Juventudes Nacionalistas Revolucionarias, una pista que todavía debe confirmarse.

Los detenidos, según la emisora "Europe 1", son tres hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, entre los cuales se cree que el autor del ataque es el más joven.

La policía dispone de numerosos testigos porque el ataque, ocurrido este miércoles, tuvo lugar en una concurrida calle de la capital cercana a los grandes bulevares y a la estación de Saint Lazare, a plena luz del día.

La víctima, Clément Méric, estudiante de 19 años de la prestigiosa universidad de Sciences Po y conocido por su militancia de izquierdas, se encontraba junto con tres amigos en una tienda cuando en el local entró un grupo de "cabezas rapadas".

El altercado verbal entre uno y otro grupo hizo que la tienda los desalojara y que la pelea continuara en la calle, donde según algunos testigos citados por la prensa Méric recibió un violento puñetazo y, al caer, se golpeó con la cabeza contra un bolardo, lo que le hizo perder el conocimiento.

Los agresores huyeron, y la policía judicial, encargada de la investigación, estudia las imágenes de videovigilancia captadas en la zona y las declaraciones de los testigos de la agresión, que por el momento no ha sido denunciada por los tres amigos de la víctima.

El acto fue condenado hoy por toda la clase política, empezando por el presidente, François Hollande, que desde Tokio, donde se encuentra de viaje oficial, señaló haber dado "las instrucciones más firmes para que los autores de ese acto odioso puedan ser detenidos lo más pronto posible".

La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, declaró que su partido de ultraderecha "no tiene nada que ver"con los responsables del ataque "inadmisible e insoportable", y Valls hizo además un llamamiento a la prudencia en las declaraciones, alegando que "hay un clima que favorece este ambiente de odio".