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Dos millones de dólares por una Pantera Negra

Assata Shakur es su cartel de recompensa del FBI
Assata Shakur es su cartel de recompensa del FBIlarazon

Se publica en España la autobiografía de la mujer más buscada por el FBI. Se trata de Joanne Chesimard, huída de una prisión de Nueva Jersey, donde cumplía cadena perpetua por asesinato.

Joanne Chesimard –Assata Shakur– es la primera mujer incluida en la lista de los terroristas más buscados por el FBI, bajo recompensa de dos millones de dólares. Activista de los Panteras Negras y de los Black Liberation Army, fue condenada por asesinato hasta convertirse en prófuga y asilada en Cuba. El precio por su «detención» coincide con la publicación de su autobiografía. Pero, ¿qué sucedió el dos de mayo de 1973 en el momento de ser detenida por los patrulleros? Según los registros, la perteneciente al BLA abrió fuego contra dos agentes hasta asesinarlos. Para sus defensores, las garantías procesales fueron nulas y, por tanto, inocente.

Pero, como toda historia, ésta, también, tiene un principio: nacida Joanee Deborah Byron –Joanne Chesimard después de casada–, llegaba al mundo en 1947. Su periplo vital arranca con una infancia en la que los derechos básicos eran vetados por el simple hecho de ser negro –la ley segregacionista Jim Crow aún no había sido abolida– y continúa con una fuerte toma de conciencia tras su entrada en el mundo laboral coincidiendo con las protestas sementeras, hasta cuestionarse la realidad afroamericana.

Su sistema operativo se va tornando más combativo hasta involucrarse en la lucha. Es el momento en que se une a los «Panteras Negras» para después formar parte de las filas del Black Liberation Army.

Su desenlace es tinta publicada en la prensa de medio mundo: detenida, acusada de robo, asesinato y secuestro, aunque finalmente se la condenó por un único crimen y cuyas pruebas no llegaron a ser concluyentes.

Su infancia se desarrolló en un hogar desestructurado y en el seno de una estirpe tumultuosa que la obligaba a trabajar en la tasca jamaicana familiar. El resto de sus años hasta la emancipación, transcurrió de norte a sur, alternando miserables trabajos, mientras se alimentaba de los preceptos de Luther King y de Malcom X.

En los 90, Assata Shakur escribió al Papa Juan Pablo II: «¿Por qué soy una amenaza? ¿Por qué merezco tanta atención?». Sus palabras se hacían eco de la petición formal del Congreso de EE UU al Gobierno cubano de su extradición y pretendía utilizar un viaje del Pontífice a la isla para que este presionara. Ha sido una de las obsesiones del FBI desde que Nixon elevara a categoría de política nacional la reacción a los lisérgicos preceptos sesenteros sobre la «Ley y Orden».

En 1973, la activista fue detenida en un control de carretera en Nueva Jersey mientras viajaba en coche junto a otros dos militantes, cuando se produjo un tiroteo donde murieron un policía y uno de sus compañeros. Ella resultaría herida. Lo que siguió fue, según relataron ella misma y diversas organizaciones por los derechos civiles, «una farsa de juicio en la que resultaría condenada a prisión en 1977 bajo cargo de asesinato». Permaneció en condiciones lamentables en prisiones estatales y federales, donde fue torturada y humillada en multitud de ocasiones –siempre según ella misma relata en este libro-. ¿La paranoia nixoniana estaba en su apogeo y el FBI, pese a la muerte del inquisidor de los movimientos de liberación J. Hoover, se aplicaba sin desmayo?

Fuga de la prisión

En 1979 se fugó de la prisión de máxima seguridad de Hunterdon County. Hasta 1984 viviría en la clandestinidad. Ese año escapó a Cuba, donde le fue concedido asilo político. Es allí donde escribió esta controvertida autobiografía.

Su voz no se ha sofocado. Aunque los hermanos Castro y su proverbial odio americano les haga abrazar «voces» y «reivindicaciones» que puedan no compartir, Assata continúa en su lucha contra el racismo y la segregación racial. No en vano, en la isla –con cineastas que saben escorar los mandatos del régimen se rodó una película-documental sobre Shakur, «Ojos de arco iris», escrita y dirigida por la cineasta cubana Gloria Rolando, que apareció en 1997. De forma paralela, el mundo jurídico ha seguido girando y la Conferencia Nacional de Abogados Negros y Mos Def se encuentran entre las organizaciones profesionales y artistas para apoyar a Assata Shakur.