Irán
EEUU avisa a Irán: «Se acercan sanciones. 5 de noviembre»
Estados Unidos recupera las medidas de castigo pero da una prórroga a países «amigos» que operan con el régimen
Estados Unidos recupera las medidas de castigo pero da una prórroga a países «amigos» que operan con el régimen.
Hombre de palabra, pese a todo y a todos. Otra de las promesas que avanza por buen camino es la reactivación de las sanciones impuestas a Irán. La nueva batería entrará en vigor la próxima semana, concretamente el lunes. El secretario de Estado, Mike Pompeo, fue categórico. Reunido con periodistas explicó que «máxima presión significa máxima presión». Las sanciones habrían sido diseñadas para corregir de forma rotunda «el comportamiento de la República Islámica de Irán».
Entre las pretensiones de EE UU destaca el viejo sueño de que Irán deje de financiar y proporcionar apoyo logístico a una miríada de organizaciones terroristas, con la consiguiente infestación que esto supone en escenarios tan turbulentos como Siria, así como la paralización completa y definitiva de cualquier programa de desarrollo de misiles. Eso sí, al menos ocho países se librarán, de momento, de ser sancionados si importan petróleo iraní. Entre otros, dicen, China, Japón y Corea del Sur. Pompeo no aclaró si la Unión Europea está en esa prórroga, aunque señaló que no tendría mucha importancia porque «muchas entidades –europeas– de distintos tamaños que hacen negocios con Estados Unidos ya han dejado de funcionar allí». Se trata en cualquier caso de «privar al régimen de los ingresos que utiliza para llevar la muerte y la destrucción a todo el mundo», así como de «obligarle a abandonar permanentemente sus actividades prohibidas, bien documentadas y a comportarse como un país normal».
Por otro lado, la Casa Blanca insinuó ayer que podría alcanzar muy pronto un acuerdo comercial con China. Al menos así lo sostuvo durante un par de horas. Las necesarias para animar a los mercados y que la noticia, el bulo, propulsara el ritmo de Wall Street. El origen del optimismo radicaba en un supuesto borrador de pacto encargado por el mismísimo presidente Donald Trump. Con la intención de sellar la paz con el gigante asiático y rubricarlo junto al líder de China, Xi Jinping, en la cumbre del G20 que se celebrará en Argentina. Quién sabe si para preparar el terreno los dos mandatarios habrían hablado, vía telefónica, durante la noche del jueves.
Según fuentes del Gobierno, consultadas por la cadena de televisión NBC, Trump solicitó la elaboración del borrador a fin de «detener la escalada del conflicto comercial con Pekín». Se trataba, decían, de un pacto de amplio alcance, panorámico, y en cuya elaboración estarían involucradas «varias agencias» gubernamentales. Pero inmediatamente después, a preguntas de reporteros de Bloomberg, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, negaba la mayor. «Estamos haciendo una revisión rutinaria de cosas que ya hemos preparado», comentó. «No hay nada grande, nada nuevo, no estamos cerca de un acuerdo», añadió categórico. Antes, en Twitter, el propio Trump había dicho que las negociaciones iban «bien» y que el presidente Xi quería «un acuerdo. «Todos lo quieren», añadió. El presidente estadounidense incluso le habría dicho a su homólogo algo así como «no, todavía no estás preparado, no». En realidad cualquier hipótesis de acuerdo permanece sellada desde la pasada primavera.
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