Último adiós en Newtown
El 54% de la población quiere restringir la compra de armas
«Estas tragedias deben terminar y para ello, debemos cambiar». Con estas palabras se dirigía el presidente Barack Obama a las familias durante la vigilia celebrada ayer. Tras la masacre en Newtown, el debate de las armas se reabre una vez más, y varios demócratas ya han anunciado una iniciativa legislativa para prohibir algunas armas e imponer un mayor control sobre su venta. Pero, aunque Obama intente llevar una reforma, se va a encontrar con la posible negativa de un Capitolio dominado por los republicanos. La postura del presidente a favor de una regulación armamentística está presente desde 2008. Cada vez que se ha presentado a las elecciones, la venta de armas ha aumentado, ante el «miedo» a que ese derecho se legisle. Sin embargo, parece que algo ha cambiado en la opinión pública tras el último tiroteo. Según un sondeo de la cadena ABC y el diario «The Washington Post» divulgado ayer, más de la mitad de los estadounidenses apoya aumentar el control en la venta de armas. Un 54% de los estadounidenses respalda mayores restricciones sobre las armas, y la mayoría de encuestados cree que el tiroteo es síntoma de «problemas más amplios en la sociedad». Sin embargo, el 71% se opone a una prohibición total de la venta de pistolas y un 56% dice que se opone «firmemente» a cualquier medida que prohíba del todo la venta de esas armas. Por primera vez desde 2007, cuando ocurrió la matanza de 32 personas en la universidad Virginia Tech, la mayoría apoya firmemente leyes más estrictas (44% frente a 32%).
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