El terrorista del Reina es de Asia Central y fue entrenado en Siria

Aunque el autor de la masacre de 39 personas en Estambul aún sigue en paradero desconocido, las autoridades turcas estarían cerca de capturar al asesino de Año Nuevo.

Aunque el autor de la masacre de 39 personas en Estambul aún sigue en paradero desconocido, las autoridades turcas estarían cerca de capturar al asesino de Año Nuevo. Habiendo identificado al presunto atacante a través de unas fotografías «selfie» que se hizo con un móvil en la céntrica plaza Taksim momentos antes de perpetrar la matanza, la Policía arrestó ayer a su familia en la ciudad turca de Konya (centro).

Se trata, según la investigación en curso, de Lakhe Mashrapov, de 28 años y natural de Kirguizistán informó la cadena de televisión pública de Turquía (TRT). Entre los familiares bajo custodia policial está la esposa del terrorista, quien mostró sorpresa al descubrir que su marido era un yihadista del Estado Islámico (EI). «Me enteré del ataque por televisión. No sabía que mi marido era simpatizante [del EI]», dijo la mujer en declaraciones recogidas ayer por el diario «El Cumhuriyet». Según el rotativo, el terrorista y su familia llegaron el 20 de noviembre en vuelo desde Kirguizistán al aeropuerto de Estambul, desde donde fueron a Ankara, y el 22 de noviembre, a Konya a buscar trabajo. Según el relato de la esposa, Mashrapov alquiló por cerca de 300 euros un pequeño estudio en Konya y pagó tres meses por adelantado. El 29 de diciembre, dos días antes de perpetrar la masacre de Nochevieja, el yihadista viajó en coche a Estambul.

Por su parte, el diario «Hürriyet» señaló que las autoridades turcas «conocen la identidad del atacante y su familia está en custodia policial». Sin embargo, este diario mantiene, a diferencia de lo publicado por «El Cumhuriyet», que el terrorista llegó desde Siria a Turquía, estableciéndose en noviembre de 2016 en la céntrica ciudad de Konya, acompañado de su mujer y dos hijos. Siempre de acuerdo a la información filtrada a la Prensa por fuentes de Inteligencia, se conoce que el presunto terrorista podría haber luchado durante varios años en Siria y tiene experiencia en combate.

A través de las imágenes de las cámaras de seguridad se pudo reconstruir que, tras entrar en el local, el atacante subió al primer piso y comenzó a disparar a los clientes, cerca de 700 personas. Luego volvió a la planta baja, donde varios testimonios aseguraron que mató con disparos a la cabeza a varias personas que estaban tiradas en el piso. «Según especialistas que analizaron las imágenes, el militante del EI parece entrenado profesionalmente por la forma de usar el arma», señaló «Hürriyet». En total, cambió seis veces de cartucho y descargó 180 balas, de acuerdo con las investigaciones.

Las imágenes muestran que el supuesto autor actuó de manera «extremadamente profesional» y, por su forma de caminar, parece que habría sufrido un disparo en su pierna derecha, aseguró en la cadena CNNTürk un especialista turco en terrorismo. Finalmente, fue a la cocina del club, donde permaneció unos trece minutos, se cambió de ropa, dejó abandonado su abrigo y escapó en medio del caos y el pánico que desató. Antes de irse habría limpiado su arma, que, según las autoridades turcas, también abandonó en la discoteca.

La Policía turca continuó ayer con sus intensas operaciones simultáneas en varios puntos de la ciudad para capturar al asaltante que, una hora y media después de iniciarse 2017, disparó a bocajarro en el exclusivo club Reina y mató a 39 personas. Los investigadores apuntaron que tras el ataque en la discoteca estambulina, el sospechoso subió a un taxi y desde allí llamó a alguien que se encontraba en el barrio de Zeytinburnu, por lo que la Policía pudo esclarecer detalles sobre su identidad. Se bajó del taxi poco después y dijo al taxista que no tenía dinero para pagarlo. En un bolsillo del abrigo que dejó abandonado después de cambiarse de ropa en el club había unas 500 liras turcas.

El principal operativo antiterrorista se desplegó la noche del lunes en los barrios de Zeytinburnu y Basaksehir, ambos en la parte europea de Estambul. En Zeytinburnu fueron detenidas 12 personas relacionadas con el ataque o con presuntos vínculos con el EI. Además, las autoridades turcas arrestaron ayer a dos ciudadanos extranjeros en el aeropuerto internacional Ataturk en relación con el atentado de Año Nuevo.

Turquía ha pedido ayuda al país de origen del presunto autor del ataque para dar con él, ya que se encuentra huido tras coger un ferri en Estambul. Según declaraciones del portavoz de los servicios de Inteligencia de Kirguizistán, Rakhat Soulaimov, se está investigando la posible «involucración de un ciudadano de Kirguizistán en el atentado de Estambul», aunque es «improbable» que el atacante sea un nacional kirguís. Por otro lado, el Parlamento turco aprobó la propuesta del Gobierno para prolongar 90 días el estado de excepción impuesto tras el fallido golpe de Estado.

En búsqueda

Edad: 28 años

Nacimiento: Kirguizistán

Trayectoria: llegó a Turquía el 20 de noviembre, pero se cree que recibió formación en Siria.