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El «Costa Concordia» vuelve a enderezarse

Un año y nueve meses después de la tragedia, el «Costa Concordia» recupera la vertical

Un desafío tecnológico
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El casco del crucero "Costa Concordia"ha quedado enderezado pasadas las cuatro de esta madrugada (02.00 GMT) y las operaciones de rotación del buque han terminado con éxito, ha anunciado el jefe de Protección Civil, Franco Gabrielli, citado por la Rai.

"El barco está ahora apoyado sobre la plataforma y hemos marcado un punto decisivo para alejarlo de Giglio (la isla de)", ha añadido Gabrielli.

Los técnicos, apunta la Rai, han dicho que "no ha habido bomba ecológica"y que el flanco del casco requerirá "intervenciones importantes".

El director de las operaciones de rotación del crucero, Nick Sloane, ingeniero sudafricano de 52 años, ha explicado que "si se piensa en todo aquello que había en este proyecto, entre electrónica y acero, llegas a la conclusión de que pocos países del mundo hubieran podido conjuntar en tan poco tiempo una operación tan vasta".

"Hay muchos daños en el barco y habrá que hacer comprobaciones", ha añadido, "pero me siento aliviado, un poco cansado y con la intención de tomar una cerveza y marcharme a dormir".

En la nave viajaban 4.229 personas, entre turistas y trabajadores, 32 de las cuales perdieron la vida en el incidente. Se espera que con la complicada operación que empieza hoy se puedan recuperar los cuerpos de dos de los fallecidos que nunca fueron hallados.

La maniobra para enderezar el «Costa Concordia» ha supuesto un desafío tecnológico nunca antes probado, en el que participan cientos de ingenieros y otros técnicos, tanto italianos como de otros países. El coste de la operación ascenderá a más de 600 millones de euros. Todo para salvar los restos de una nave más grande que el «Titanic» en uno de los ecosistemas marinos más delicados del Mediterráneo. Tras el desastre del hundimiento parcial del barco y la esperpéntica actuación del capitán, Francesco Schettino, quien abandonó la nave cuando todavía quedaban pasajeros a bordo, Italia considera la operación una oportunidad para restañar su imagen internacional.

Más de 350 periodistas de todo el mundo seacreditaron para ser testigos desde la isla del Giglio de cómo se conseguía rotar la nave, la primera fase de una serie de trabajos que se prolongarán durante un año y cuyo coste supera los 600 millones de euros. Serán las compañías de seguros y la naviera, Costa Cruceros, las encargadas de pagar la factura. La nave se endereza ahora para evitar que pase un tercer invierno apoyada sobre su flanco derecho en el fondo marino de la isla del Giglio. Según explicó Franco Gabrielli, jefe de la Protección Civil italiana, el «Costa Concordia» se rota porque los ingenieros que trabajan en la retirada de la nave consideraban que el mal tiempo de los próximos meses obliga a hacer la maniobra en septiembre, pues si se espera más aumenta el riesgo de que el casco se parta al enderezarlo. Una vez el crucero a flote, será transportado al puerto de Piombino para ser desguazado. Aunque podría ser trasladado a otro puerto en el caso de que sus instalaciones no fueran suficientes para sus 300 metros de eslora. Hay varios puertos italianos interesados, como Nápoles o Palermo, que pugnan por hacerse con la enorme carga de trabajo que supondría el desmantelamiento.