El desencanto del peronismo

–¿Además de la segunda vuelta como tal, qué ha sido lo más reseñable de la campaña electoral durante estos días?

–El debate electoral, sin dudas, ha sido algo inédito. Los argentinos asistieron por primera vez a un episodio mediático que superó en audiencia incluso a la final del mundial de Brasil, partido en el que jugaba Argentina. Ha sido el punto más alto de la campaña desde la primera vuelta y va a ser ineludible contar con un debate presidencial en el futuro. Ya se ha convertido en algo imperativo para las campañas que vengan.

–¿Qué tendencias han arrojado las encuestas durante estos últimos días y cuáles son los posibles escenarios tras las elecciones?

–La mayoría de las encuestas dan a Macri por ganador. Esto es algo que no varía ni siquiera contando con una posible falta de precisión parecida a la que vimos en los sondeos durante la primera vuelta, que daban a Scioli una victoria mayor que la que obtuvo. Sí que es cierto que algunas llegan a otorgarle entre un 50% y un 55%, pero en mi opinión y según los últimos datos que barajamos Macri se quedará con alrededor de un 33%. En este escenario, que parece el más probable, tendría que iniciar un proceso para asegurar la gobernabilidad de Argentina. Otro dato interesante de las encuestas es que las regiones en las que Macri logra un mayor respaldo son aquéllas que reciben menos apoyo financiero del Tesoro Nacional y que gozan de un mercado propio: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. En Córdoba, por ejemplo, se da el caso de que es la región en la que Macri le saca la mayor diferencia porcentual a Scioli, alrededor de un 75% frente a un 25%.

–¿Puede salir Macri beneficiado por los votantes de Massa?

–No queda claro si, en efecto, ese 20% de apoyo que logró Massa vaya a pasar a respaldar a Macri en la segunda vuelta. Está seguro que no goza de todo el apoyo del sector de Massa, pero sí que se prevé que sean compañeros pragmáticos en el proceso de buscar un acuerdo posterior por la gobernabilidad, que probablemente se vea acompañado por un paquete legislativo.

–Es evidente que Argentina va a ser testigo, gane quien gane, del fin del kirchnerismo. Pero, ¿cómo podría afectar una victoria de Macri al peronismo?

–En realidad el final del kirchnerismo lo veo más probable que el final del peronismo, movimiento que siempre ha hecho gala de su capacidad de improvisar, reinventarse y generar nuevos liderazgos. No obstante, es destacable que no hay un mérito estratégico de Macri, sino que simplemente ha sacado provecho de los fallos del Gobierno. También le ha ayudado la controvertida figura de Scioli, que no logró desde el principio transmitir una imagen de candidato del oficialismo, donde la incertidumbre y la división interna se pueden percibir todavía.

*Consultor político especialista en campañas y opinión pública