Atentado en Londres
El detenido por el atentado de Londres: Un sudanés que obtuvo asilo como refugiado
Salih Khater, que se niega a colaborar con la Policía de Londres, es descrito como «muy normal»
Salih Khater, que se niega a colaborar con la Policía de Londres, es descrito como «muy normal».
Salih Khater, de 29 años, nació y se crió en Sudán en una familia de agricultores. En su país de origen completó la educación secundaria y estudió Ingeniería Eléctrica en la universidad antes de viajar a Reino Unido en 2010 como refugiado. Se le concedió asilo como tal y consiguió la ciudadanía británica en 2016.
Durante su primer año en suelo británico, estudió inglés en el City College y luego cursó un diploma en Ciencias en South and City College en Birmingham, donde estuvo matriculado desde 2014 hasta 2017. Recientemente, había ampliado su formación con un curso de contabilidad en la Universidad de Coventry, donde fue alumno hasta el pasado mes de mayo. Sus compañeros nunca notaron ningún signo de radicalización. En definitiva, un tipo normal, algo callado, que no estaba bajo el radar de los servicios de inteligencia, aunque sí era conocido por la Policía.
Su hermano, Abdullah Khater, aseguró ayer desde Darfur (Sudán) que la familia se encontraba en «estado de shock» y que estaban seguros de que se trataba de un «accidente», ya que nunca había mostrado un comportamiento sospechoso. «Hace poco nos dijo que estaba preparando un viaje para venir a vernos», matizó. Los miembros de la comunidad sudanesa de Birmingham, donde residía, pensaron de hecho que había ido hasta Londres para obtener una visa en la Embajada de Sudán.
Sin embargo, hasta hace cuatro meses Khater residió en un piso de Sparkbrook, un barrio conocido por sus conexiones terroristas. Se trata de la misma zona donde tenía su casa Jalid Masood, el hombre que empotró también su coche contra el Parlamento dejando cinco víctimas mortales antes de ser abatido por los agentes en marzo de 2017, un año particularmente difícil para Reino Unido, al ser escenario de cinco atentados.
En cualquier caso, el pasado mes de abril, Khater se había mudado hasta el barrio de Highgate, donde su casero le describió ayer como «un tipo muy normal». Las dos casas donde el joven ha vivido recientemente fueron registradas por la Policía para esclarecer los motivos que le llevaron a embestir a un grupo de ciclistas antes de empotrar su coche contra las barreras de seguridad de Westminster, donde rápidamente fue detenido. Scotland Yard también continuó ayer con el registro de una tercera vivienda, situada en Nottingham, localidad donde, según los medios, está matriculado el Ford Fiesta plateado que compró el pasado 20 de junio, con el que cometió el ataque. Khater continuaba ayer bajo arresto en una comisaría del sur de Londres, donde seguía sin colaborar con las autoridades, que le investigan por supuesto acto terrorista e intento de asesinato.
Sus vecinos no salen de su asombro. Aseguran que era un «hombre tranquilo» que visitaba con frecuencia un cibercafé y un salón de shisha cercano, ambos situados en la calle Stratford de Birmingham, donde trabajaba como gerente en una tienda. «Nunca hablaba con nadie. Cuando reconocí su foto de las noticias me sorprendió», asegura Ahmed Abdi, uno de los vecinos. La mezquita central de Birmingham señaló que Khater no acudía allí a rezar y que los que le conocían nunca notaron signos de radicalización religiosa.
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