Turquía
El juego de Turquía en la OTAN y el de Rusia en Turquía
Con su reputación por los suelos a ojos de las democracias europeas, el reelegido presidente turco Recep Tayip Erdogan se ha convertido en ese vecino incomodo con el que hay que invitar aunque no guste
Con su reputación por los suelos a ojos de las democracias europeas, el reelegido presidente turco Recep Tayip Erdogan se ha convertido en ese vecino incomodo con el que hay que invitar aunque no guste.
El reelegido presidente turco, Recep Tayip Erdogan, ahora con superpoderes, ha estrenado su política exterior en la reciente cumbre de la OTAN. A pesar de que Erdogan no ha recibido la bendición de la Unión Europa ni de Estados Unidos por su recién inaugurado régimen hiperpresidencialista ha compartido mesa con los lideres occidentales. Con su reputación por los suelos a ojos de las democracias europeas, el superpresidente turco se ha convertido en ese vecino incomodo con el que hay que invitar aunque no guste. Su acercamiento a Rusia en los dos últimos dos años convierte a Erdogan en la balanza para equilibrar las relaciones entre la OTAN y Rusia.
"La política exterior y de seguridad que Erdogan llevará a cabo es difícil de predecir. Es casi seguro que será un delicado acto de malabarismo, con grandes implicaciones para Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Oriente Medio ", señaló a LA RAZÓN el coronel retirado Nizar Abdel Kader.
Uno de los temas controvertidos en la agenda de la cumbre de la OTAN fue la adquisición por parte de Turquía del sistema de defensa de misiles S-400 rusos, algo a lo que se oponen el resto de miembro de la OTAN.
El acercamiento de Ankara a Rusia podría poner en peligro el acuerdo con Washington para la compra de 100 aviones F-35 de fabricación estadounidense, lo que hace plantearse a los analistas la pregunta sobre ¿De qué lado está Erdogan? , “Erdogan está caminando sobre una cuerda floja, y se siente arrinconado por Occidente”, reconoció Abdel Kader. No obstante, Turquía “tiene un papel esencial en los esfuerzos de mejora de la seguridad de la OTAN, y todos los esfuerzos y contribuciones serán esenciales”, aseguró el analista militar.
El superpresidente turco es consciente de las limitaciones de los aliados occidentales de la OTAN, por lo que juega a dos bandas. “Erdogan necesita tanto a Rusia como Occidente; y no puede sacrificar ninguno”, puntualizó.
Pero Rusia tampoco está dispuesta a sacrificarse por nadie y en medio de la reciente crisis entre EEEUU y Turquía, por el apoyo estadounidense a las milicias kurdas en el norte de Siria, Moscú y Washington están negociando entre bambalinas una salida a la crisis de Siria, que no beneficiará a Erdogan.
Por otro lado, EEUU está negociando con Ankara un acuerdo para la retirada de las milicias kurdas de la ciudad fronteriza siria de Manbij, que pasaría a control de las tropas de EEUU y Turquía. Cualquier arreglo de Siria sin tener en cuenta a Turquía va en detrimento de los intereses del país euroasiático, ya que ni Washington ni Moscú son reacios a otorgar a los kurdos cierto grado de autonomía en Siria, lo que se suma a las preocupaciones de Ankara.
Los preparativos para el encuentro entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin en Helsinki ,el próximo día 16, coinciden con la victoria de las tropas sirias en el sur del país, tras arrebatarle a los rebeldes su último bastión de Deraa. Esta región estaba bajo control de EEUU tras el acuerdo con Rusia de la creación de una zona de distensión en la frontera sur que limita con Israel y Jordania.
Las fuerzas gubernamentales siguen avanzando y se dirigen ahora a la vecina Al-Quneitra, cerca de los altos del Golán, ocupados por el régimen de Israel desde 1967. La preocupación de Washington es la presencia de tropas iraníes en el sur de Siria y Moscú estará dispuesto a mediar para solucionar esta inquietud.
Una solución al conflicto de Siria está cada día más cerca y esta reunión entre Trump y Putin podría ser clave. Aunque tienen diferentes intereses, comparten el mismo objetivo: el conflicto en Siria ya no está entre los principales asuntos de la agenda rusa y desde hace tiempo está fuera de la estadounidense. Sin embargo, las dos potencias mundiales quieren mantener su presencia en Oriente Medio y ejercer su influencia. Así pues, teniendo claro todo el mundo que Bashar al Assad seguirá mandando en Siria, no será difícil llegar a una solución con una oposición destrozada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar