Yuba
El líder rebelde abre la puerta al diálogo en Yuba
Ofensiva del Ejército para recuperar las zonas petroleras
El líder nuer de la rebelión en contra del Gobierno de Sudán del Sur, Riek Machar, aseguró ayer que está listo para el diálogo para terminar con el conflicto, pero también señaló que, a cambio, el presidente Salva Kiir (dinka) debería liberar a sus aliados políticos detenidos. El ex vicepresidente Machar explicó que así se lo había explicado al ministro de Exteriores de Etiopía y líder del equipo de mediadores africanos que está intentando terminar con esta semana de violencia. Los choques han causado cientos de muertes y miles de desplazados. Sólo en la ciudad de Bor, 17.000 personas han pedido refugio a la ONU.
«Mi mensaje fue que Salva Kiir libere a mis camaradas detenidos y les deje salir a Adis Abeba, y podremos empezar a dialogar inmediatamente, porque ésta será la gente que se encargará del diálogo», dijo por teléfono. Machar, quien fue destituido de su puesto como vicepresidente en julio, también reconoce haber conversado antes con la asesora de Seguridad Nacional de EE UU, Susan Rice, y con la enviada de la ONU, Hilde Johnson. «Un alto el fuego siempre forma parte de la negociación, no se puede hacer por telefóno y sí mediante viajes diplomáticos», aseveró para añadir que sería la capital etíope el lugar de las conversaciones. Asimismo, Machar dijo controlar los campos petroleros en los Estados de Unity y el Alto Nilo, pero no quiso detener la producción y los beneficios deberán ser depositados en una cuenta de garantía bloqueada para que Sudán del Sur no pierda los fondos debido a la lucha. Los enfrentamientos han emergido en las áreas petroleras, donde ha sido difícil contrastar qué grupo ha tomado el control. Machar indicó que aspira a ser presidente. Al preguntarle si demandará dicho cargo en las negociaciones, manifiesta que «eso todavía necesita acordarse, pues están dos partes involucradas en el conflicto».
Horas antes a las declaraciones, el Gobierno de Sudán del Sur anunció que había comenzado una ofensiva para retomar dos ciudades estratégicas en manos de los rebeldes leales a Machar, lo que acrecentó los miedos a que este conflicto provoque un baño de sangre étnico entre los nuer de Machar y los dinka del presidente Kiir. Los choques comenzaron el 15 de diciembre en un país que logró su independencia de Sudán en 2011. Reuters
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