El militar estadounidense que fue prisionero de los talibanes será acusado de deserción

El sargento Bowe Bergdahl, que fue prisionero de guerra de los talibanes durante cinco años y liberado en un intercambio, será acusado de deserción.

El sargento Bowe Bergdahl, que fue prisionero de guerra de los talibanes durante cinco años y liberado en un intercambio, será acusado de deserción, explicaron hoy fuentes del Departamento de Defensa a las televisiones NBC y Fox News.

Pese a esto, un portavoz del Pentágono aseguró que el Ejército aún estudia el caso y negó que ya se haya tomado una decisión sobre si se presenta o no una acusación contra Bergdahl, informa Efe.

El Departamento de Defensa de EEUU quiere acusar a Bergdahl, algo que podría formalizarse la semana próxima, de abandono de su puesto en una remota zona de Afganistán en junio de 2009, un delito en el Código de Justicia Militar estadounidense, según las cadenas de televisión.

El caso de Bergdhal ha sido investigado por el Pentágono desde que el sargento fue liberado el pasado mayo gracias a un intercambio de prisioneros talibanes encarcelados en la prisión de la Base Naval estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

Los investigadores militares, encabezados por el general del Ejército Mark Milley, consideran que las acciones de Bergdahl van más allá de un ausencia sin permiso, una falta menor en el código militar, según fuentes de Defensa citadas por NBC.

La acusación de deserción tiene consecuencias muchos más serias, ya que considera que pudo poner vidas de compañeros en peligro al abandonar voluntariamente un puesto en una zona de combate peligrosa.

Bergdahl podría enfrentarse a una pena de prisión, aunque el tiempo que pasó en manos de sus captores, supuestamente miembros de la red Haqqani de Pakistán, podría atenuar una posible condena.

El militar podría ser expulsado del Ejército sin honores, ver el rango de sargento que obtuvo durante su tiempo en cautividad rebajado al de soldado raso y ver denegada la percepción de las pagas y primas generadas durante sus cinco años como prisionero de guerra, que podrían superar los 300.000 dólares.

Varios compañeros de la unidad en la que sirvió Bergdahl en Afganistán le han acusado de abandonar su puesto voluntariamente y ser responsable indirecto de muertes ocurridas durante las operaciones de búsqueda.