Elecciones en Argentina
El ocaso del kirchnerismo
-¿Qué factores explican la victoria abultada del macrismo?
-Cambiemos (el partido del presidente Mauricio Macri) fue la única fuerza que se presentó con un discurso y liderazgo unificados en los 24 distritos del país, frente una oposición dispersa. Al igual que en las primeras elecciones parciales inmediatas posteriores a la elección de otros presidentes desde 1983 (las elecciones de 1985, con Raúl Alfonsín; 1991, con Carlos Menem, y 2005, con Néstor Kirchner), el electorado ratificó la confianza en el partido del presidente: lo ha hecho siempre que no mediara una crisis económica o un conflicto político agudo. La elección funcionó como una especie de "tercera vuelta"de las elecciones presidenciales de 2015. Cambiemos maximizó su resultado planteando la campaña como un nuevo juicio a la gestión de CFK que terminó en 2015 y no como un debate sobre lo que hizo el presidente Macri en estos dos años. También logró que la discusión estuviera centrada en lo político (propuso volver a elegir entre un liderazgo como el de Macri o el de CFK) y no en lo económico (plano en el que los resultados de su gestión han sido decepcionantes).
-¿Cómo va a cambiar la correlación de fuerzas en el Congreso y Senado con estos resultados?
-El cambio en la aritmética en las cámaras del Congreso consiste sólo en un incremento del número de bancas que no le permite a Cambiemos obtener la mayoría en ninguna de las dos. El impacto de esa mejora será, con toda probabilidad, que se reforzará la propensión de la oposición peronista a cooperar con Macri, como lo ha hecho los dos últimos años. La llegada de CFK al Senado provocará seguramente una ruptura formal del bloque del Partido Justicialista-Frente para la Victoria en esa cámara. CFK quedará probablemente al frente de un bloque ultraopositor de una decena de senadores, pero las restantes dos docenas de senadores peronistas seguramente seguirán cooperando con Cambiemos.
-¿Que futuro político tiene Cristina Fernández?
-CFK se transformará en la principal voz de una oposición dura y muy minoritaria en el Senado, seguramente acompañada por un pequeño bloque igualmente opositor en la Cámara de Diputados. Sigue siendo la dirigente del peronismo con una base electoral más amplia (alrededor del 21% de los votos en todo el país), frente al 14% que obtuvo la suma de los dirigentes peronistas que se le oponen, pero esos oponentes no están más dispuestos a aceptar su liderazgo, convencidos de que el techo electoral de CFK es mucho más bajo de lo necesario para disputar competitivamente la presidencia de la nación en 2019. CFK también afronta el problema de las causas judiciales en las que está investigada: al menos en una de ellas, la iniciada por la diputada progresista Margarita Stolbizer por lavado de dinero de supuestos retornos por concesión de obras públicas, puede terminar condenada y (aunque no iría a la cárcel si el Senado no decide retirarle los fueros) quedar impedida de volver a competir electoralmente.
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