El PSOE «indultará» a los nacionalistas en la Eurocámara

España se inclina por fijar en el 2% de los votos el umbral mínimo para entrar en el Parlamento Europeo, lo que garantizará la presencia de partidos como Bildu y ERC. El límite máximo del 5% los dejaría fuera.

Las sillas de los partidos nacionalistas en Europa podrían tambalearse. El pleno de la Eurocámara, reunido esta semana en Estrasburgo, dio ayer luz verde a una serie de medidas para reformar la ley electoral europea, que obligarán a España a fijar un umbral mínimo de entre el 2% y el 5% del voto para obtener representación en el Parlamento Europeo a partir de los comicios de 2024. En caso de establecer el límite más alto, es probable que eurodiputados de Esquerra Republicana, del PDeCat, del PNV o de Bildu se queden fuera. No parece que ésa sea la intención de los socialistas, que se inclinan por reducir al mínimo el umbral de voto para que los nacionalistas y grupos minoritarios sigan teniendo representación en la Eurocámara.

La reforma, que afectaría también a Alemania, fija la imposición de este nuevo límite de voto para los Estados miembros con más de 35 escaños, como es el caso de España (con una circunscripción única en las elecciones europeas), con el fin de «evitar una mayor fragmentación de la Eurocámara», según sostiene el informe aprobado ayer después del acuerdo alcanzado por el Consejo Europeo (a nivel de embajadores) hace casi un mes. De los países con más de 35 eurodiputados con circunscripción única, todos salvo España y Alemania cuentan ya con un umbral mínimo de voto para enviar diputados al Parlamento Europeo.

El Gobierno central será quien tenga que decidir el umbral mínimo, aunque todavía se desconoce si queda en manos del Ejecutivo de Pedro Sánchez de dejar fuera del Parlamento Europeo o no a los partidos nacionalistas que le apoyaron para sacar a Mariano Rajoy de la Moncloa.

Previsiblemente, parece que la reforma se hará en la próxima legislatura, al no tratarse de un procedimiento de urgencia, según señalan fuentes de la Eurocámara, ya que el texto obliga a que los Estados miembros adapten su legislación nacional de cara a la siguiente cita europea, ya en mayo de 2024. «Los Estados miembros deberían cumplir esta obligacion, a más tardar, a tiempo para las elecciones que siguen a las primeras que se celebran después de la aprobación del Consejo Europeo», recoge el borrador.

Bien sea en esta legislatura –los países podrán aplicar los cambios cuando lo deseen siempre y cuando entre en vigor antes de los comicios de 2019– o en la siguiente, el PSOE aboga por tender la mano a los nacionalistas. El eurodiputado Ramón Jaúregui declaró ayer mismo que su partido abogará por no elevar a más del 2% el umbral mínimo por circunscripción para no restringir las opciones de voto de los nacionalistas, tal y como demandan partidos minoritarios como ERC, PNV, PDeCAT o BNG, y que en los últimos comicios se quedaron entre el baremo del 2% y el 5% de apoyos. El eurodiputado socialista recordó que «la ley electoral española exige el 3% mínimo en cada provincia para obtener escaños en el Congreso de los Diputados. Además, la mayoría de las leyes electorales de las Comunidades Autónomas en España tienen umbral, algunas del 5%».

Teniendo en cuenta los resultados de los comicios de 2014, ERC y Bildu se quedarían fuera, ya que obtuvieron un 4,2% y un 2,8%, respectivamente. En mayo de ese año, sólo la antigua CiU y PNV superaron el umbral del 5% al concurrir con Coalición por Europa junto a los nacionalistas canarios y gallegos.

Alemania ha sido el país que más ha presionado para establecerlo cuanto antes, con el fin de frenar el avance de partidos euroescépticos como Alternativa para Alemania (AfD), por lo que frente al caso español, los germanos optarían por establecer el límite máximo. Pese a todos los esfuerzos, el partido ultraderechista obtiene ya en las encuestas más del 5%. De hecho, Berlín aspiraba a implementarlo para los comicios del próximo año, aunque no está claro que pueda llevarlo a cabo porque los partidos detractores quieren llevar la medida al Tribunal Constitucional de Karlsruhe.

También en España, y a pesar de la declaración de buenas intenciones de los socialistas, el informe ha despertado recelos de los partidos minoritarios, entre ellos los nacionalistas, que consideran que reducir la pluralidad es una mala noticia para la democracia. Ramón Tremosa (PDeCAT) dijo que lo aprobado ayer por la Eurocámara «es un intento de jacobinismo electoral en Alemania» por parte de los dos grandes partidos, que estarían «intentando conseguir por la puerta de atrás lo que el electorado no les da» en las urnas.

La reforma electoral europea fue aprobada por 397 votos a favor, 207 en contra y 62 abstenciones. «Sólo 21 votos por encima de la mayoría necesaria han permitido la aprobación de la nueva Ley Electoral Europea, muy floja y contraria al pluralismo político que es más urgente que nunca», lamentó el eurodiputado de ERC Josep-Maria Terricabras en su cuenta de Twitter.

La norma también anima a los países a tomar medidas para que el nombre y el logo de los partidos políticos europeos aparezca en las papeletas nacionales, así como para facilitar el voto anticipado, por correo, electrónico y telemático, incorporando salvaguardas para garantizar la protección de los datos personales. Se alentará además a los Estados miembros a que tomen medidas para permitir que sus ciudadanos que residan fuera de la UE puedan votar en las elecciones europeas, tal y como ocurre en otras citas electorales.