Colombia
«El pueblo colombiano mantiene la esperanza sobre un acuerdo de paz con las FARC»
Patti Londoño, viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia
Colombia ha cambiado profundamente en los últimos años, dice la viceministra de Asuntos Multilaterales Patti Londoño. Hay menos violencia, más crecimiento económico impulsado por las inversiones extranjeras y una caída en los niveles de pobreza. El Gobierno de Juan Manuel Santos tiene ahora el reto de alcanzar un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC. "El pueblo colombiano mantiene la esperanza de que así sea", reconoce Londoño durante una entrevista con LA RAZÓN en una visita reciente a Madrid para participar en la Reunión de Alto Nivel sobre Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición de la ONU.
-¿Existe pesimismo en la sociedad colombiana ante un posible acuerdo de paz con las FARC?
-El pueblo colombiano mantiene la esperanza. Ustedes, que también han tenido situaciones difíciles en el pasado sobre este tema, saben que ningún pueblo puede perder las esperanzas de paz y de estabilidad, sobre todo un pueblo como el colombiano que ha sufrido tanta violencia a lo largo de la historia. Vemos la vida con optimismo, con muchas más oportunidades, con una población que consolida su clase media y que busca erradicar la pobreza extrema y la pobreza, y con un capital humano muy rico.
-Colombia ha cambiado mucho en los últimos años. ¿Esa percepción de un país violento ha variado en el exterior?
-Colombia ha cambiado profundamente en los últimos diez años, es otro país. Y eso se ha visto reflejado en el aumento del turismo y de la inversión, en el hecho de que nuevas empresas llegan todos los días. Colombia es un centro de operaciones para cualquier empresa o país, no sólo por los tratados de libre comercio con toda la región, sino por la ubicación geográfica central, muy cerca de muchos países. Somos el país que recoge la mayor tasa de inversión extranjera. Trabajamos para que haya estabilidad legal y jurídica. Pero las percepciones cambian más lentamente que la realidad. La gente aún tiene una percepción de una Colombia con los males que teníamos en la década de los noventa.
-Los grandes cárteles del narco han desaparecido y ahora son pequeños grupos los que controlan el negocio. Además, Colombia ha conseguido reducir la violencia derivada del narco. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
-Colombia reconoció este problema mucho antes que nadie. Hemos hecho grandes avances enfocados al fortalecimiento institucional, que ha sido la clave de los éxitos junto con la cooperación internacional con EE UU. Hoy por hoy existen grandes cárteles internacionales. Es cierto que en Colombia ya no existen grandes capos, y que lo que hay son pequeños grupos de delincuencia organizada que toca seguir combatiendo con todo el peso de la ley. Por eso, en un futuro lo que se necesita es una política universal porque es un problema mundial.
-¿Cómo ha cambiado la política de alianzas internacionales con el presidente Santos con respecto a su antecesor Álvaro Uribe?
-Si bien en el tema económico ha habido una continuidad, en el plano político es cierto que en junio de 2010 hubo una gran tensión en la región porque Colombia, Venezuela y Ecuador habían dejado de tener relaciones diplomáticas. El presidente Santos, desde el primer día, mandó un mensaje sobre la importancia de restablecer las relaciones entre estos países. Además del aspecto económico, hay una realidad social importantísima entre estos países, porque comparten fronteras y en ellas hay mucho movimiento de ciudadanos y familias. El presidente suele decir que cuando los países se pelean son las personas las que sufren más.
-¿Es esta la década de América Latina, tal y como dijo el presidente Santos?
-Cuando uno mira las proyecciones de indicadores económicos, resaltan dos regiones para los próximos treinta años. Una es Asia Central y otra, América Latina. América Latina es un continente cada vez más fortalecido por medio de la unidad dentro de la diversidad. Esto nos ha permitido crear unas instituciones cada vez más fuertes. Es una región con una población joven, de inmensos recursos naturales, con un gran potencial en producción adicional de alimentos, y ha demostrado una gran fortaleza financiera en estos momentos de crisis.
-¿Hasta qué punto son realistas los Objetivos del Desarrollo del Milenio?
-Lo que queremos es que la nueva agenda tenga un enfoque más ambicioso e integral, y con tres principios fundamentales: la universalidad, la irreversibilidad y la búsqueda de la equidad. Todo esto, enfocado en la erradicación de la pobreza dentro del desarrollo sostenible y poniendo al individuo en el centro. Hoy por hoy nos gastamos en patrones de consumo y producción un planeta y medio. Con los 9.000 millones de habitantes que seremos dentro de 30 años y si continuamos con los mismos patrones de consumo, consumiremos tres planetas. Es el momento de que la comunidad internacional tome conciencia de cuáles son las políticas que debe adoptar pensando en el largo plazo. Los Objetivos del Desarrollo Milenio contribuyeron en la comunidad internacional a fijar una agenda y unos objetivos sobre los que todos los países pudieran trabajar con políticas públicas. Ha sido un gran avance, especialmente en temas de infancia, mujer y sostenibilidad. Ahora se necesita profundizar, ver qué es lo que falta en estos dos años y construir una agenda mucho más ambiciosa y universal, donde todos los países tengan una responsabilidad específica y no sólo en torno a la cooperación.
-¿Colombia ha hecho los deberes en este sentido?
-Lo que ha hecho el Gobierno del presidente Santos es mirar los problemas desde un punto de vista estructural. Por ejemplo, se ha creado el Departamento de Prosperidad Social, que mira de manera integral los problemas de la pobreza, desplazamiento, emigración, el tema de las tierras, de familias sin recursos y de víctimas. Los desastres también están dentro de esta agenda. Hace dos años tuvimos grandes lluvias que provocaron inundaciones sin precedentes. En vez de hacer pequeños correctivos, el presidente creó una unidad especializada y un fondo de adaptación muy ligado a todo lo que tengamos que hacer en torno al cambio climático, porque Colombia es un país altamente vulnerable por su megadiversidad.