El régimen sirio celebra como una victoria la decisión de la Casa Blanca

Con aires de triunfador, el presidente sirio, Bachar al Asad celebró ayer la demora de la intervención militar internacional, liderada por Estados Unidos, en Siria. La decisión del presidente Barak Obama de solicitar el aval del Congreso antes de emprender alguna acción militar contra el régimen sirio fue vista en Damasco como «el inicio de una histórica retirada estadounidense». Así lo tituló el editorial del diario estatal «Al-Thawra», en referencia a la decisión de última hora de Obama de pedir el consenso del Congreso antes de emprender una acción militar contra el régimen sirio. El diario pro régimen afirmó que la renuncia del presidente estadounidense a atacar Siria se deriva de su «noción de derrota implícita y la desaparición de sus aliados».

El regocijo que mostró ayer Damasco tras el retraso de la operación de Estados Unidos sólo se puede interpretar como una medida desesperada ante la que se le viene encima al régimen de Asad. Con su retórica populista, el sátrapa sirio aseguró que su país seguirá con su «lucha contra el terrorismo», pese a las amenazas de Washington para lanzar una operación militar en Siria. La decisión de la Casa Blanca podría retrasar la intervención diez días más, algo que ha desalentado a la oposición siria. Por ello, la Coalición Nacional Siria (CNS)instó ayer al Congreso de Estados Unidos a aprobar una acción militar contra Asad, que «debería ser acompañada con más armas para los rebeldes». «Si el mundo libre no responde a una violación tan indignante de las normas internacionales, los dictadores en todo el mundo se verán alentados en sus esfuerzos por seguir el ejemplo establecido por Asad», invocó en un comunicado el CNS.

Los opositores temen que una falta de acción internacional en Siria, que ahora envalentone a Asad y permita que la violencia escale. «Las fuerzas del régimen se están enfrentando con más dureza a los rebeldes de Guta y otros suburbios de Damasco para impedir que puedan sacar ventaja del ataque estadounidense», denuncia Rashia, una activista de Damasco en una entrevista con LA RAZÓN. Rashia cree que sin una intervención «el régimen seguirá castigando de forma impune a la población con artillería pesada y bombardeos». El Ejército Libre de Siria espera que con la acción militar internacional puedan hacerse con el control de aeropuertos militares, brigadas, depósitos de armas, cuarteles y puestos de seguridad. «Lanzaremos una ofensiva total contra las posiciones militares del régimen en todo el país, en coincidencia con esa intervención», dijo ayer a Efe Qasem Saadedin, un portavoz de los rebeldes.