El SPD alemán denuncia amenazas a su militancia ante la consulta sobre la gran coalición

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) presentó hoy una denuncia por unas llamadas a su militancia amenazando con "consecuencias"en caso de rechazar la formación de una coalición con los cristianodemócratas de la canciller Angela Merkel en la consulta convocada entre sus afiliados.

La secretaria general del SPD, Andrea Nahles, informó de la presentación de una demanda por la vía penal, después de que ayer varios medios informaran de llamadas intimidatorias a los críticos dentro del partido en las que se les conminaba a aprobar la denominada "gran coalición", como se conoce en la política alemana al gobierno de unidad entre socialdemócratas y cristianodemócratas.

"En el SPD no hay lugar para llamadas amenazantes", afirmó Nahles, para negar tajantemente que desde su oficina se hubiera hecho tal cosa.

Las ediciones digitales de los semanarios "Stern"y "Zeit"afirmaron ayer que varios militantes conocidos como críticos de las juventudes socialdemócratas -Jusos- recibieron estas llamadas, procedentes de un desconocido que se identificó como colaborador de Nahles.

Las llamadas procedían de un teléfono de la sede central del SPD y desde el partido se considera improbable que haya sido obra de un "hacker".

Al parecer, uno de los destinatarios fue un destacado miembro de la formación que en días pasados intervino en una tertulia en la televisión pública alemana, donde se pronunció en contra de la gran coalición.

Merkel, como líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), y sus homólogos de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, y del SPD, Sigmar Gabriel, suscribieron la semana pasada un pacto de gobierno para la próxima legislatura.

Esta gran coalición ha quedado, sin embargo, condicionada al resultado de la consulta que el SPD ha emprendido entre sus militantes, cuyos resultados se conocerán entre el 14 y el 15 de diciembre.

La convocatoria de la consulta ha desatado cierta controversia en el ámbito jurídico, ya que algunos expertos dudan de su legitimidad puesto que implica dar una segunda opción restringida a la militancia del SPD para incidir en el futuro del gobierno alemán.

Se trata de la primera vez que se realiza una consulta de estas características y de ella depende que Merkel pueda ser investida para su tercer mandato en la sesión del Bundestag (cámara baja) prevista para el 17 de diciembre.

El SPD ha presupuestado en un millón de euros el coste de la consulta, que se realizará mediante voto por correo, a lo que seguirá un escrutinio de todas las papeletas que hayan llegado a su sede hasta el 12 de diciembre.

Los socialdemócratas formaron parte de una gran coalición con Merkel en su primera legislatura como canciller, entre 2005 y 2009, lo que les reportó una fuerte pérdida de votos.