Colonia
Eslovaquia pide una cumbre europea tras los sucesos de Colonia
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, relacionó hoy los ataques sufridos por mujeres la pasada Nochevieja en Colonia con la llegada de inmigrantes y refugiados a Europa y pidió una cumbre de la UE para tratar "los acontecimientos que están sucediendo en Europa".
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, relacionó hoy los ataques sufridos por mujeres la pasada Nochevieja en Colonia (Alemania) con la llegada de inmigrantes y refugiados a Europa y pidió una cumbre de la UE para tratar "los acontecimientos que están sucediendo en Europa".
"Tenemos que cambiar el calendario recientemente aprobado porque ante los acontecimientos (en Colonia y otras ciudades alemanas con numerosas denuncias por agresiones sexuales y robos a mujeres) no podemos esperar", dijo el socialdemócrata Fico en rueda de prensa.
Según este político, uno de los líderes comunitarios más reacios a la llegada de musulmanes, "los sucesos en Europa no sólo nos obligan a tomar medidas, sino también a reaccionar de manera adecuada".
Fico pidió que la UE cree rápidamente una guardia fronteriza y costera europea y señaló que "la situación es cada vez más grave. Hay más tensión".
Hoy el portavoz del Ministerio del Interior alemán, Tobias Plate, informó de que la policía federal, encargada de la seguridad en la estación de tren de Colonia, identificó en Nochevieja a 31 presuntos delincuentes, principalmente por robos y lesiones, y señaló que 18 de ellos eran solicitantes de asilo.
Por otra parte, el jefe del Gobierno de Eslovaquia aseguró que su país no puede permitirse recibir a miles de personas a la vez y negó que sea posible integrarlas en los Estados de acogida.
"No es posible integrarlos de forma natural, como se ha demostrado en otros países de la UE", afirmó.
Fico insistió en que la base de la solución es "parar la ola de inmigrantes a la UE".
Eslovaquia se ha negado a aceptar las cuotas europeas de reparto de refugiados y sólo está dispuesta a acoger a cristianos.
La dura postura del Gobierno eslovaco contra los inmigrantes y refugiados musulmanes contrasta con la apenas presencia de fieles de esta religión en el país, que el año pasado recibió únicamente 169 solicitudes de asilo, de las que solo ocho fueron aceptadas.
El discurso antiinmigrantes se está reforzando en el partido del Gobierno, SMER, de cara a la elecciones generales que se celebrarán en dos meses.
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