Nueva York
Estados Unidos, al borde de la recesión
El Senado prepara medidas especiales para suavizar los efectos del abismo fiscal ante la falta de un acuerdo
Ni republicanos ni demócratas tienen esperanza en alcanzar un acuerdo que frene el «precipicio fiscal». Ayer, el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, alertó de que el país se dirige hacia el «abismo fiscal». El senador considera «estancadas» las negociaciones entre los dos partidos. Pero la decepción no sólo está del lado de los demócratas; la republicana Nan Hayworth, congresista por el estado de Nueva York, reconoció a CNN que no cree que vayan a lograr un pacto en los próximos días. El estancamiento de las conversaciones y el peligro de que entre en vigor el «precipicio fiscal» hicieron que Obama interrumpiese el jueves sus vacaciones en Hawái para viajar a Washington, donde llegó ayer mismo. El presidente tiene cuatro días para frenar la entrada en vigor de la subida de impuestos y el drástico recorte del gasto público que supone el «precipicio fiscal». Desde Hawái, Obama ha mantenido conversaciones con representantes de ambos partidos. Habló por teléfono con Reid, con Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, y con Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado. El presidente es consciente de que ha comenzado la cuenta atrás. De hecho, en tres días Estados Unidos alcanza su techo de deuda de 12,4 billones de euros y para tratar de evitarlo, el Departamento del Tesoro liberará 200.000 millones de dólares de margen contable.
Entretanto, los inversores siguen con temor cada paso que dan ambos partidos, republicanos y demócratas no dejan de lanzarse la pelota de un tejado a otro. A France Presse, el presidente del Congreso, el republicano John Boehner, aseguró que «las líneas de conversación están abiertas» pero que es el turno del Senado, donde los demócratas son mayoría. Por otra parte, para Reid es responsabilidad de los conservadores proponer una oferta que sea aprobada por las dos cámaras. Ante la imposibilidad de que lleguen a un acuerdo, el escenario más factible será que el Senado apruebe una serie de medidas, como aseguró ayer el secretario del Tesoro, Timothy Geithner. «El Senado aprobaría unas medidas excepcionales, autorizadas por ley, que dejarían dos meses más de margen de maniobra» para que el Gobierno y la oposición logren un acuerdo. Estas medidas serían una especie de «parche» que permite que, para 2013, se llegue a una negociación sobre un acuerdo fiscal. Los demócratas están trabajando con la Casa Blanca para sacar este texto adelante. De aprobarse en el Senado, dominado por el partido del presidente, se presionaría al Congreso para que diese luz verde. Esta medida prorrogaría las rebajas impositivas aprobadas en la era Bush e incluiría algunos recortes de gasto a corto plazo. Mientras las conversaciones están anquilosadas, la decepción y el miedo aumenta. Los norteamericanos se muestran bastante desconfiados a que ambos partidos logren un acuerdo. Una encuesta de Gallup, afirma que el 48% de los estadounidenses dudan de que se llegue a un pacto fiscal antes del 1 de enero. A pesar esto, la encuesta asegura que el 54% apoya la gestión que Obama está llevando a cabo. Faltan cuatro días para que entre vigor el «precipicio fiscal», una vez en marcha, EE UU volvería a entrar en una recesión económica, justo cuando comienza a recuperarse de la crisis sufrida en 2008.
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