Aliados
Londres y París unen fuerzas nucleares ante la sombra de Rusia y la incertidumbre de Trump
Londres y París desafían el aislamiento estratégico con cooperación nuclear sin precedentes
Ante la amenaza de Rusia y la imprevisibilidad de Donald Trump, Reino Unido y Francia, las dos únicas potencias nucleares de Europa, han dado un paso más en su colaboración en materia de Defensa con un acuerdo histórico para coordinar, por primera vez, el uso de armas nucleares. «Desde la guerra en Europa hasta los nuevos riesgos nucleares y los ciberataques diarios, las amenazas a las que nos enfrentamos se multiplican», matizó ayer el premier Keir Starmer. «Como socios cercanos y aliados de la OTAN, el Reino Unido y Francia cuentan con una larga trayectoria de colaboración en materia de defensa, y los acuerdos de hoy impulsan nuestra alianza a otro nivel», añadió en una rueda de prensa, junto a Macron, que puso el broche de oro a la visita de Estado del presidente galo al Reino Unido.
Estados Unidos ha garantizado durante mucho tiempo la seguridad de Europa con un arsenal de alrededor de 100 misiles nucleares. Sin embargo, se teme que este se reduzca, ya que Washington centra ahora su atención en China y Trump ha dejado claro al Viejo Continente que no puede seguir dependiendo únicamente del paraguas estadounidense.
La disuasión del Reino Unido constituye un elemento clave de la estrategia de defensa de la OTAN. Francia, aunque también forma parte de la alianza trasatlántica, tradicionalmente ha mantenido una postura nuclear completamente independiente, pero, con el nuevo acuerdo bilateral, París suavizará esa postura para colaborar con Londres.
El pacto afirma que los arsenales nucleares «siguen siendo independientes, pero pueden coordinarse, y que no existe ninguna amenaza extrema para Europa que no provoque una respuesta de ambas naciones».
Macron dejó claro que ambas naciones mantendrán su «plena soberanía e independencia» en sus capacidades nucleares y que se trata de un gran paso en apoyo a Europa y la OTAN.
A diferencia de la disuasión nuclear francesa, que es una iniciativa nacional, las fuerzas británicas, aunque operativamente independientes, se basan en un acuerdo de 67 años de antigüedad con EE UU. Esto significa que la mayor parte de la tecnología nuclear no puede ser compartida por Londres con otras potencias, pero hay oportunidades para colaborar con Francia a nivel operativo y en áreas de desarrollo.
La nueva declaración no ofrece muchos detalles sobre cómo cooperarán ambas naciones, pero sí se compromete a ampliar la colaboración en investigación nuclear, reafirmando su compromiso conjunto con el mantenimiento del régimen global de no proliferación nuclear.
Lukasz Kulesa, experto en política nuclear y proliferación del Think Tank Royal United Services Institute, asegura que el nuevo acuerdo supone «una señal hacia Rusia y otros posibles adversarios». «No solo se considera represalia nuclear en caso de un ataque a Londres o París, también hay una dimensión europea en esto. Tendremos que esperar para ver el alcance, pero, por ejemplo, podría llevarlos a coordinar las fuerzas submarinas estratégicas durante una crisis», matiza.
El Reino Unido posee cerca de 225 ojivas nucleares y Francia otras 290, en comparación con un arsenal ruso estimado de casi 6.000, según el centro de estudios Chatham House.
El acuerdo también implica colaboración en otros programas de armas convencionales que permitirá desarrollar un sustituto del misil de crucero de largo alcance Storm Shadow y modernizar la producción existente para este arma en Stevenage.
Ambos países también han pactado desarrollar un nuevo misil aire-aire de largo alcance para su uso en los aviones de combate de la Real Fuerza Aérea Británica (RAF), así como software de inteligencia artificial, armas de microondas anti drones e inhibidores de interferencias.
La disuasión continua del Reino Unido en alta mar se mantiene gracias a los cuatro submarinos clase Vanguard de la Marina Real Británica, armados con misiles balísticos Trident II D5 y que se están sustituyendo gradualmente por los nuevos submarinos clase Dreadnought, que ampliarán la capacidad de disuasión del Reino Unido hasta bien entrada la década de 2060. El mes pasado, el Reino Unido también anunció la adquisición de al menos 12 F-35A que podrían portar el arma nuclear táctica B61-12, de fabricación estadounidense, contribuyendo así al programa de aeronaves de doble capacidad (DCA) de la OTAN.
Por su parte, Francia mantiene una fuerza disuasoria mixta aeronaval, conocida como fuerza de disuasión. En el mar, la Armada francesa opera cuatro submarinos lanzamisiles balísticos de la clase Triomphant, equipados con misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) M51, que transportan múltiples ojivas con objetivos independientes. Al menos un SSBN francés se encuentra en patrulla continua.