Nicolás Maduro
Guaidó: «Cuba sostiene a Maduro, la solución pasa por la isla»
Cuando cumple cinco meses al frente del Gobierno «interino» de su país, el líder opositor no pierde la fe en restaurar la democracia y lograr la salida del poder de Maduro, que «se mueve en una delgada línea entre un Estado fallido y un Estado patrocinador del terrorismo», asegura en una entrevista a LA RAZÓN
Cuando cumple cinco meses al frente del Gobierno «interino» de su país, el líder opositor no pierde la fe en restaurar la democracia y lograr la salida del poder de Maduro, que «se mueve en una delgada línea entre un Estado fallido y un Estado patrocinador del terrorismo», asegura a LA RAZÓN
Juan Guaidó cumple cinco meses desde que fuera reconocido como presidente encargado de Venezuela por la Asamblea Nacional y más de 50 países del mundo, incluida España. Desde entonces desafía el control del Poder Ejecutivo aún en manos de Nicolás Maduro, a quien califica de «usurpador». Su estrategia no ha logrado, hasta ahora, desalojar al chavista del poder. Pero lo sigue intentando. En el camino han quedado más de 20 diputados y otros aliados perseguidos, exiliados o encarcelados; está vetado de los medios de mayor audiencia por censura oficial; cuando habla para medios digitales el Gobierno restringe plataformas como Youtube.
Hace semanas que no protagoniza actos multitudinarios en Caracas, aunque los fines de semana viaja al interior del país y convoca a grandes cantidades de personas en lugares donde la precariedad económica y de servicios básicos golpea infinitamente más duro que en la capital. Al volver a su casa, cuenta, se encuentra con los grifos secos. Él también debe bañarse con potes, pues el agua es un lujo de pocas horas a la semana, si acaso.
Entretanto, en Venezuela se suceden conspiraciones. El ex jefe del Sebin, Manuel Cristopher Figuera, confesó detalles de la ocurrida el 30 de abril, que Guaidó define como el resultado del mensaje enviado a los cuarteles sobre la amnistía a quien aporte a sustituir al Gobierno. Este 26 de abril, el régimen desveló otra, una más de casi una decena que ha denunciado en lo que va de 2019.
El líder opositor ha hablado tan solo una vez más con el ahora exiliado Figuera, y jura que intenta mantener canales de comunicación abiertos con quienes, como él, puedan socavar el poder en Miraflores. «No es sencillo. Es riesgoso. Vivimos en dictadura. El contexto es de persecución, de tortura».
- Cristopher Figuera y Hugo Carvajal, ambos ex jefes de inteligencia del chavismo, revelan que en Venezuela opera Hizbulá, el ELN, grupos irregulares... ¿Cómo lidiar con la posible presencia de grupos calificados como terroristas en un Gobierno post Maduro?
- Es uno de los riesgos que tenemos hoy en Venezuela y en la región. El ELN se convierte en una fuerza irregular binacional, y busca financiación en la extracción de oro y piedras preciosas en Venezuela, y construyendo pistas de despegue clandestinas de narcotráfico. Maduro está en una línea delgada de ser un Estado fallido y un Estado patrocinador de terrorismo. Y creo que se mueve además en las dos áreas.
- Figuera confirma el control de Cuba sobre el régimen chavista. Si la isla es el poder detrás del poder, ¿es por Cuba por donde pasa la salida de Nicolás Maduro del poder?
- Es el sostenimiento de Nicolás Maduro. Es distinto. Países del Grupo de Lima tratan de facilitar que Cuba sea parte de la solución y no del problema. Creo que es acertada la presión de aliados importantes como EE UU. Creo que sí, parte de la solución depende del Gobierno cubano.
- Han pasado casi dos meses del 30 de abril. ¿Se descarta que a día de hoy ocurra un levantamiento militar, pero que sí que se produzcan los resultados esperados?
- Lo que esperamos es que las Fuerzas Armadas en pleno, que han funcionado como corporación generalmente, se pongan del lado de la Constitución. Es evidente que hay un descontento profundo en la FAN. ¿Cree la dictadura que se puede sostener con el descontento de la FAN? ¿Cree el Alto Mando que puede mantener una FAN sin apresto operacional, sin un salario digno, sin el respeto al ejercicio de la soberanía?
- Además de la liberación de Leopoldo López, ¿dejó algo positivo el 30 de abril?
- Sin duda, muchas cosas. El mundo tiene la evidencia incontrovertible del descontento dentro de la Fuerza Armada, pero también de los tipos de solución con definiciones de personal interno del régimen. Hoy hay voces disidentes, denuncia internacional, claridad en cómo actuar con respecto a los que se pongan del lado de la Constitución para incluso retirar sanciones. Yo creo que fue productivo el 30 de abril.
- ¿Qué cree que pasaría si a usted lo encarcelan mañana?
- Sería un catalizador aún más rápido para un ejercicio de transición.
- Ha dicho reiteradamente que todas las opciones están sobre la mesa. En este momento, ¿cuál cree que pesa más, una opción militar o una negociación?
- Creo que sería un error verlas por separado, porque estamos enfrentándonos a una dictadura. La gran pregunta es, ¿cuál es el desenlace de esto, si a través de «quiebre militar» o a través de la facilitación de los países del grupo internacional, de Noruega, de algunas de las otras iniciativas? Para nosotros los venezolanos, hoy es la que sea más rápida, con menor costo social, que traiga estabilidad, gobernabilidad.
- ¿Un desenlace por vía de negociación depende de potencias como EE UU o Rusia, o sigue dependiendo de Guaidó y Maduro?
- Lo que hagamos en lo interno es fundamental, independientemente del factor geopolítico. En este momento, sin duda influyen las presiones que pueden tener países y potencias del mundo, pero sigue siendo determinante lo que podamos hacer nosotros en la articulación de opciones desde el interior del país.
- ¿Está dispuesto a que ocurra primero una elección libre y no el cese de la usurpación?
- ¿Sería una elección libre con un dictador en el poder? Pareciera que no. La opción pasa por la elección libre, una transición que reinstitucionalice el país, principalmente al Consejo Nacional Electoral como el órgano que permite esa elección. Y no puede estar un dictador ejerciendo.
- Tanto «The Washington Post» como «Business Insider» y otros medios norteamericanos han puesto el acento en que, supuestamente, Donald Trump estaría aburrido del tema de Venezuela, que pensó que iba a ser algo más rápido, más expedito, y que al final no es tan fácil. ¿Cómo están sus relaciones con Estados Unidos?
- La relación es muy sólida. Sin duda alguna, la usurpación en Venezuela duró bastante más de lo que cualquiera quisiera. El martes pasado el vicepresidente Mike Pence, en reconocimiento a la crisis y al ejercicio de nuestras competencias junto al embajador Carlos Vecchio, anunció la salida del «USS Comfort», que es un buque hospital para atender a la migración venezolana en países de Latinoamérica. Yo creo que eso habla del compromiso, de la claridad que tienen los aliados con respecto al caso de Venezuela.
- Los militares que desertaron a Colombia, que lo reconocen a usted como comandante en jefe, han dicho que esperaban ser convocados a volver a Venezuela a tomar el poder militarmente. ¿Qué les dice?
- Que su esfuerzo no va a ser en vano. Que el elemento no solamente de conciencia, sino de deber patrio por recuperar la democracia en Venezuela, va a ser recompensando. Que la Ley de Amnistía precisamente es para militares como ellos que se ponen del lado de la Constitución. Que van a regresar a su cargo y rango, y que estamos hablando de todas las alternativas de funciones para ellos, para que puedan estar en territorio internacional, en este caso Colombia, respetando las reglas y normas de ese país. No tiene nada más que ver con lo que pudiéramos o quisiéramos hacer, sino también con lo que en este momento podemos ejecutar en conjunto con nuestros aliados más cercanos.
- ¿Qué escuchó de Michelle Bachelet? ¿Qué posiciones percibió de ella en este conflicto venezolano?
- Conversamos acerca de la aproximación a soluciones a la crisis venezolana, que pasan sin duda por atender los derechos humanos, el respeto al Estado de derecho, y también por la solución política de la crisis.
- ¿Cree que logró hacer de Michelle Bachelet una aliada en su causa?
- Yo creo que Michelle Bachelet es una aliada de la democracia.
- Si las investigaciones sobre supuestos malos manejos con fondos de la ayuda humanitaria en Colombia por parte de las personas designadas por usted comenzaron hace dos meses, ¿por qué no se dijo en su momento, sino que se esperó a que reventara la denuncia pública antes de admitirla?
- Bueno, hay una investigación en curso por parte de la embajada, por mal manejo administrativo en la atención de los militares. Lo encapsulo de esta manera porque ha habido mucha confusión respecto al tema. Otra cosa son los aportes que son directamente destinados a los implementadores, incluso a través de ONG o fundaciones como Cáritas. Entonces, hay una investigación en curso que fue presentada ya a Fiscalía de Colombia. No podemos tolerar ningún caso. Ahora, es un gobierno encargado, buscando las competencias del Ejecutivo. Es parte del desafío que hemos tenido. Cómo comunicarlo también es un reto.
- Hubo dos personas que fueron señaladas con nombre y apellido, y usted mismo anunció que serían separadas del cargo. ¿Ocurrió cuando se inició la investigación o cuando usted comunicó eso después?
- Están ya separadas desde hace mes y medio, cuando ya estaba la investigación, 15 días después de iniciada.
- Países del Grupo de Lima que lo apoyan han estado aumentando las restricciones para visitas de venezolanos allá, incluso a nivel de turismo. Hablamos de Perú, de Chile. ¿Es un fracaso de la diplomacia, un cierre de puertas?
- Es un fracaso del régimen de Maduro el haber producido la mayor migración en la historia del continente y la más grave en este momento en todo el mundo. Nosotros hemos trabajado muy duro para atender a los venezolanos estén donde estén. Con las competencias que tenemos, con las herramientas que tenemos, logramos la visa de responsabilidad democrática en muchos países, la validación de los títulos, la aceptación del pasaporte vencido incluso en lugares como Estados Unidos y España. Nos gustaría que no necesitáramos visa en ningún país del mundo. Es un golpe muy claro cuando hay gente en la frontera, gente haciendo trámites. Y es realmente doloroso, pero en definitiva también entendemos a cada uno de estos países. Por cierto, los migrantes siempre benefician al país receptor, un hecho demostrado incluso por la ONU, al mediano plazo.
- ¿Cómo ayudar a quien huyó del país y se quedó en la mitad, en una frontera, en una carretera?
- Estamos buscando que haya un período de adaptación, que haya alternativas para todos. Pero no hay un elemento conclusivo aún.
- Las convocatorias de marchas y protestas en la calle están siendo últimamente mucho menos concurridas. Ahora se ha convocado una concentración este próximo viernes 5 de julio. ¿Cómo se puede reactivar la protesta política?
- Hoy todos los venezolanos queremos cambio y, de nuevo, no solamente lo queremos, sino que lo necesitamos. Es una urgencia. Los venezolanos lo que queremos y necesitamos es un cambio, y tiene que pasar por canalizar esa necesidad sin poner en riesgo su vida. Hoy en el ejercicio de la protesta uno corre el riesgo de ser asesinado. Y esto no es un discurso, lo hemos visto. A pesar de eso, los venezolanos insistimos y seguimos. Y no creo que sea distinto en los próximos días. Es decir, presión de calle, presión interna, presión internacional, el llamado a la Fuerza Armada, el ejercicio de gobierno, el Plan País. Creo que ése es el reto, porque allí está latente la mayoría.
El perfil
Juan Guaidó es diputado del estado de Vargas desde 2015. A sus 35 años, es también el presidente de la Asamblea Nacional más joven en la historia venezolana. Integrante del partido Voluntad Popular. Su elección como presidente del Legislativo cumplió con un acuerdo de gobernabilidad interno de los partidos opositores que son mayoría en esa institución, aunque su nombre fue postulado debido a la imposibilidad de hacer lo propio con el Freddy Guevara, vicepresidente de su partido y refugiado en la embajada chilena desde 2017 por la persecución gubernamental.
El 23 de enero de 2019 anunció que asumía las competencias del Poder Ejecutivo venezolano, puesto que la Asamblea Nacional considera que está siendo usurpado por Nicolás Maduro al no haber sido elegido en un proceso democrático en 2018. Desde entonces, más de 50 países lo reconocen como presidente encargado de la República, sin control territorial ni sobre la burocracia interna del país, pero asumiendo competencias principalmente en el plano internacional, con el nombramiento de embajadores y representantes ante organismos internacionales o al frente de empresas estatales en otras naciones. Es su segundo período como diputado nacional, pues en 2010 fue electo como suplente por la oposición.
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