Papel

Guerra geoestratégica

Desde los años 90, China ha construido instalaciones militares en el archipiélago, que ahora no echarán atrás

La Razón
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–¿Qué papel debe jugar Estados Unidos en el conflicto abierto en el Mar de China Meridional entre las potencias regionales por el control de Spratly?

–Estados Unidos debería mantenerse al margen en estas disputas porque tiene otros intereses en juego en la región. Lo único posible es la disuasión a través de ciertas alianzas y la cooperación militar con otros países de la zona. En los 90, cuando se comenzó a construir sobre Spartly varias instalaciones militares, hubo una fuerte tensión entre China y Estados Unidos, pero finalmente optaron por un modelo más cooperativo que de confrontación.

–¿Se ha roto esta colaboración? ¿Desconfía ahora más Estados Unidos tras comprobar el ritmo de construcción en las islas artificiales?

–Puede ser que China ahora haya optado de nuevo por ser menos cooperativa con Washington. Y quizá éste es el cambio más signitivativo que se ha producido en los últimos años en esta región. Sin embargo, Washington necesita a China y ése es el dilema. No debemos centrarnos en lo que ha hecho China hasta ahora, sino en lo que es capaz de hacer para prevenir futuras acciones. Además, Estados Unidos está atado de manos por su población, que está cansada de que sus gobernantes le lleven a aventuras exteriores con un final incierto.

–Pero el Pentágono no abandonará a su aliados regionales en esta «guerra» con Pekín por las Spratly...

–Mire, en las islas Spartly ya se ha construido en el pasado y es tarde para pedir a China que eche marcha atrás en sus proyectos en el archipiélago.

*Profesor del Centro de Estudios Internacionales en la Universidad de Manchester