El tercer yihadista de Bataclan: nacido en Estrasburgo y retornado de Siria

La Policía francesa ha podido identificar al tercer kamikaze que atacó el Bataclan gracias a un sms y una muestra de ADN. Se trata de Foued Mohamed Aggad. Junto a Samy Amimour e Ismael Omar Mostefai, asaltó la sala de conciertos parisina el 13-N, provocando el atentado más sangriento de la historia reciente de Francia, con 90 víctimas mortales. A finales de noviembre, la madre de Aggad recibió un mensaje de texto en el que se podía leer: «Tu hijo ha muerto como mártir con sus hermanos, el 13 de noviembre». Era la mujer de Aggad que le escribía desde Siria. Tras alertar a la Justicia, los investigadores le tomaron una muestra de ADN para compararla con los restos recogidos en el lugar del ataque, lo que ha permitido identificar formalmente al tercer miembro del comando de la sala de conciertos Bataclan.

Foued Mohamed Aggad, de 23 años, se había marchado a Siria en diciembre de 2013 junto a su hermano Karim, de 25 años, y una docena de amigos, la mayoría procedentes de Meinau, un barrio al sur de Estrasburgo. Se fueron en avión desde Fráncfort a Antalya, en Turquía, y de allí pasaron a Siria para enrolarse en las filas de Estado Islámico. Tras la muerte de dos de ellos, el resto, excepto Foued, decidió regresar poco a poco a Francia. Fueron detenidos en mayo de 2014 y explicaron que su viaje era con un objetivo humanitario. Pero su forma de viajar, en pequeños grupos para pasar de-sapercibidos, las fotos que algunos de ellos tenían en sus ordenadores con armas y mensajes amenazadores, y, sobre todo, sus conexiones con Mourad Farès, considerado como uno de los principales reclutadores de yihadistas galos, les llevaron a prisión, donde esperan su juicio por asociación de malhechores en relación con una empresa terrorista. Karim quiso regresar porque, según la abogada de la familia, «no podría soportar más aquella situación». Sin embargo, Foued «decía a su madre que estaba muy contento, se había casado y acababa de tener un hijo». Quería morir como kamikaze en Irak, y desde agosto la familia no tenía noticias suyas.

Foued no había tenido ningún problema con la Justicia. Vivía en Wissembourg, en la frontera franco-alemana, junto a sus dos hermanas, su hermano y su madre. Según gente de su entorno citada por BFMTV, suspendió en dos ocasiones el concurso de entrada en la Policía nacional, lo que habría provocado su radicalización y sus deseos de enrolarse en Siria.

Allí conoció a Fabien Clain, un francés converso que se crió en Toulouse, con fuertes vínculos con yihadistas tanto en Bélgica como en Francia. El «comando Bataclan» estaba formado sólo por franceses, era el mejor entrenado y, por tanto, fueron los más mortíferos. Los tres jóvenes no fallaron ni en sus disparos con armas automáticas ni en la detonación de sus cinturones explosivos. Arrebataron 90 vidas e hirieron a más de un centenar de personas. Clain tenía Bataclan en su punto de mira y, según las autoridades, ya había estado en contacto con individuos que quisieron atentar contra la sala de conciertos en 2009.

A principios de 2000, Clain se dedicó a radicalizar, convertir y reclutar a jóvenes para que combatieran en Irak. Aunque él no llegó a pisar suelo iraquí, fue detenido en 2008. Tras pasar tres años en una prisión francesa, huyó a Siria en 2014 con su mujer e hijos y pasó a formar parte de Estado Islámico. A diferencia de los perpetradores de los ataques terroristas, Clain es un «veterano combatiente», por lo que muchos expertos advierten de que él es realmente el «cerebro» de los atentados y no el joven belga Abdelhamid Abaaoud, quien habría sido más bien un facilitador o incluso alguien que no pudo terminar su misión. Clain, alias Omar, tuvo el honor de reivindicar el ataque a París y hasta se apuntó el tanto de uno que nunca llegó a producirse en el barrio de La Défense. Las autoridades reconocieron su voz inmediatamente.