Afganistán

No hay paz para el mundo

En 2017, por primera vez en la historia, los refugiados representaron casi el 1 % de la población global, una cifra superior a la de Reino Unido y equivalente a casi la mitad de la población de Rusia.

No hay paz para el mundo
No hay paz para el mundolarazon

En 2017, por primera vez en la historia, los refugiados representaron casi el 1 % de la población global, una cifra superior a la de Reino Unido y equivalente a casi la mitad de la población de Rusia.

El mundo es hoy un lugar menos pacífico que el año pasado. Las tensiones, los conflictos armados o las crisis que surgieron en la última década y siguen sin resolverse están detrás de la caída gradual y sostenida de la paz, según recoge el Índice Global de Paz 2018 (GPI, por sus siglas en inglés).

“Los mayores contribuyentes al deterioro de la paz en el último año fueron la escalada en los conflictos internos, la tensión en la región de Oriente Próximo y el norte de África, así como las guerras que siguen su curso en países como Yemen, Siria, Afganistán e Irak”, asegura a LA RAZÓN Murray Ackmen, investigador del Instituto para la Economía y la Paz (IEP, por sus siglas en inglés), que elabora anualmente este informe de Global Peace Index. En concreto, la situación de la paz se deterioró en un total de 92 países, mientras que otros 71 mejoró respecto al año anterior. Se trata del peor resultado de los últimos cuatro años.

Una de la consecuencias directas de este empeoramiento de la paz a nivel mundial es el aumento de los refugiados. “Un 1% de la población mundial es refugiado, un factor que contribuye a la inestabilidad mundial”, explica Ackmen. En 2016 había en el mundo 65,5 millones de refugiados o desplazados internos, según la ONU. Más del 55% de ellos proceden de Siria, Afganistán y Sudán del Sur, tres países que son escenarios de conflictos armados.

Pese a que la mayoría de los desplazados buscan cobijo en los países vecinos, el flujo migratorio de personas que huyen de las atrocidades de la guerra o de la pobreza crónica de sus países de origen es usado por los partidos nacionalistas europeos como gasolina para encender a sus seguidores. “Por primera vez la situación está más deteriorada en los países de Europa Occidental que Oriental”, asevera el autor del informe.

Cataluña y los atentados de Barcelona penalizan a España

El IEP señala a Europa como la región más pacífica de nueve regiones del mundo. De hecho, cuatro de los cinco países más pacíficos del planeta están en el Viejo Continente: Islandia, Austria, Portugal y Dinamarca. El otro es Nueva Zelanda. En el lado opuesto, los países menos pacíficos son Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Irak y Somalia.

Por primera vez, Europa Occidental ha experimentado uno de los cinco deterioros más importantes, con España cayendo diez puestos en el ránking. En este sentido, España ha pasado de la posición 20 a la 30 de este año -de 163-: sigue siendo uno el país menos violentos pese a todo. “El conflicto interno político así como los atentados terroristas en Barcelona del pasado mes de agosto repercutieron en la medición del Índice”, revela Murray Ackmen. Ahora bien, España no es el único país en el que la crispación interna ha hecho mella en la medición de su Índice, también EE UU, con un descenso de la paz por segundo año consecutivo, es presa de la tensión interna. “La polarización en la sociedad norteamericana también influye en los niveles de paz del país”.

Cómo se mide el Índice

El Índice de Paz Global se calcula sobre la base de 23 indicadores en las áreas de "seguridad en la sociedad", "conflictos permanentes"y "militarización". En el área de seguridad en la sociedad, los investigadores del IEP analizan, por ejemplo, la tasa de homicidios, el número de detenidos, el número de agentes de policía e incluso la percepción de criminalidad. El área de militarización incluye el número de soldados, el gasto militar en relación con la producción económica y también las posibles exportaciones de armas.

Llama la atención que mientras que la Administración de Donald Trump exige a los países de Europa un aumento en la inversión armamentística, la tendencia global es de reducción del presupuesto en Defensa. “Durante la última década, 104 países han reducido su gasto en relación con la producción económica y 115 países han reducido su personal militar", reza el informe.

Por primera vez, el IPG recoge la categoría “paz positiva”, que estudia "las estructuras, los factores sociales y las instituciones que contribuyen a la paz de las sociedades”. Y hay una conclusión clara: lo que es bueno para la paz también es bueno para la economía. "Cada porcentaje de mejora de la paz positiva va de la mano con un crecimiento económico del 1,8 por ciento, menor inflación y menos muertes”, insiste el experto. Por el contrario, más allá del sufrimiento humano, el coste de la violencia y la guerra es enorme: 1.671,70 euros por habitante.