Crisis política en Italia
«Italia necesita una estabilidad política a largo plazo»
Ivan Lo Bello / Vicepresidente de Confindustria
Ivan Lo Bello es el vicepresidente de Confindustria, la poderosa patronal italiana. Denuncia la incapacidad de los Gobiernos que se han sucedido en los últimos veinte años para hacer frente a los grandes problemas estructurales del país y desea la llegada de una «estabilidad política a largo plazo» que permita el relanzamiento de Italia.
–¿Cómo valora la actual crisis política e institucional que vive el país?
–Italia se encuentra en una situación de bloqueo debido a los problemas de la política, al caos de nuestro sistema. Durante demasiados años no se han hecho los esfuerzos que se han llevado a cabo en otros países para resolver los problemas estratégicos con reformas de peso, como sí que ha ocurrido en cambio en Alemania. Desde 2007, el sistema económico y social ha visto cómo se perdían ocho puntos del PIB. Es como si Italia hubiera pasado por una gran guerra. Ahora nos encontramos ante el fin de la coyuntura negativa, pero la capacidad de crecimiento es baja. Se espera un aumento del PIB en 2014 de entre el 0,6 y el 0,7%. El país debe recuperar en los próximos años todo lo que no se ha hecho en las últimas dos o tres décadas.
–¿Qué piden los empresarios?
–En Confindustria hemos planteado sin que se nos escuche que lo primero que hay que hacer es bajar los impuestos a las empresas y a los trabajadores. La suma de todas las tasas que gravan el mercado del trabajo hace que los empleados acaben recibiendo unos sueldos bajos, pese a lo que tiene que desembolsar el empleador. Ahí debería ir la primera medida, pues el PIB lo crean las empresas y los trabajadores. Otro tema central es la reforma de la estructura burocrática, que es lenta y no apoya el crecimiento. Es más, en muchas ocasiones lo limita o bloquea. Hace falta una simplificación.
–¿Cree que el nuevo Gobierno, previsiblemente liderado por Renzi, podrá cambiar las cosas?
–No quiero entrar a hacer valoraciones políticas. El problema es que en los últimos 20 ó 30 años se han propuesto muchas reformas, pero no se ha hecho nada. Hoy el crecimiento es bajo mientras aumenta la competencia con los otros países. El problema de fondo es que hace falta una estabilidad política a largo plazo. Muchos políticos han dicho que tenían ganas de cambiar el país, pero luego no lo llevaban a cabo.
–¿Necesita Italia una reforma institucional que redefina el papel del Estado, las regiones y las provincias?
–No hay duda de que Italia tiene un problema de gobernanza. Por fortuna, la cuestión de la eliminación de las provincias ya parece bien dirigida. El gran problema es el funcionamiento de las regiones. En estos últimos años se han convertido en grandes centros de gasto, haciéndolo además de forma desastrosa en muchos casos, pues se solapan con los Ayuntamientos. La necesaria autorización de las regiones para las inversiones privadas es un ejemplo de lo mal que han funcionado hasta ahora. En Sicilia, por ejemplo, en los últimos cinco años se han perdido inversiones privadas de 7.000 millones de euros, lo que supone alrededor del 9% del PIB regional, por las trabas y los problemas que ha puesto la Administración regional. Asfixiaba a las empresas y éstas al final se escapaban con sus planes de inversión.
–Usted se encarga de temas educativos ¿Qué propone?
–Hace falta una inversión grande. Es una cuestión central en este periodo de cambios. Con una buena educación, los cambios estructurales pueden convertirse en algo positivo.
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