La Comisión Europea destina 2.400 millones a la crisis migratoria

España e Italia reciben más fondos que Grecia, primer receptor de «sin papeles»

Lluvia de millones para hacer frente a la crisis migratoria que azota Europa. La Comisión Europea ha aprobado destinar 2.400 millones de euros en ayudas para los países de la UE más afectados por la llegada masiva de inmigrantes irregulares. Italia, que soporta el grueso del tráfico procedente de Libia, recibirá más de 550 millones. Algo menos irá a parar a España (522 millones) y Grecia (474). Este último país ha sufrido una auténtica explosión del flujo de inmigrantes en las últimas semanas, superando en un mes la cantidad de inmigrantes registrada en todo el año pasado.

Francia y Reino Unido también recibirán ayuda económica para afrontar el problema del paso de Calais, un peligroso cuello de botella para miles de personas que intentan entrar ilegalmente en Gran Bretaña a través del Eurotúnel.

Los fondos se repartirán en 23 programas nacionales y se destinarán fundamentalmente a las labores de rescate, acogida, devoluciones y reubicaciones. Bruselas desembolsa así los recursos asignados para el periodo 2014-2020 en el marco del Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) y el Fondo de Seguridad Interior (FSI).

En el caso de España, el presupuesto comunitario asigna 259,7 millones al primer fondo y otros 262,1 al segundo. En total, las arcas comunitarias repartirán 2.400 millones de euros que el comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos, espera que sean desbloqueados con «urgencia», y que deberán ser completados con aportaciones nacionales. En un comunicado, el comisario Avramopoulos destacó el «espíritu solidario» que impulsa los apoyos en materia de asilo, a la vez que promueve medidas «enérgicas» para «hacer una Europa más segura frente al crimen organizado y el terrorismo».

Como prueba de la presión migratoria que afrontan los Veintiocho, las autoridades interceptaron la pasada madrugada a un centenar de inmigrantes que llegaron a Francia en un tren procedente de la ciudad costera italiana de Ventimiglia, cerca de la frontera. La Policía fronteriza intervino en la estación de Menton-Garavan, la primera tras el paso a Francia, y reenvió a Italia a la mayoría de los inmigrantes ilegales, informa Efe.