Venezuela sin Chávez
La crisis venezolana se traslada a la Asamblea General de la ONU
Guaidó envía una delegación a los debates y reuniones en Nueva York, pero será el régimen quien suba a la tribuna
El conflicto venezolano se refleja en todo espacio de debate público. Esta semana, el protagonismo está en la ONU, donde los actores políticos aprovecharán la Asamblea General del organismo para exponer sus puntos de vista y buscar más aliados a su causa.
El Gobierno de Nicolás Maduro es el acreditado para participar del evento central, aunque el líder bolivariano optó por no trasladarse a Nueva York. «Este año me quedo con ustedes trabajando aquí en Venezuela, bien seguro y bien tranquilo», dijo hace una semana, cuando anunció que su vicepresidenta Delcy Rodríguez y su ministro de Exteriores, Jorge Arreza, serán sus representantes, además del embajador Samuel Moncada.
Rodríguez será la encargada de dar el discurso ante la Asamblea en nombre del régimen venezolano, y ya anunció que denunciará ante el foro las supuestas relaciones entre la oposición venezolana y grupos criminales colombianos como «Los Rastrojos», según unas fotografías de febrero pasado que muestran al líder antichavista Juan Guaidó acompañado por dos integrantes de ese grupo paramilitar.
Además, han anunciado que llevan 13 millones de firmas de venezolanos que rechazan el «bloque impuesto por Donald Trump» al país caribeño. Pero el encuestador Félix Seijas, de la consultora Delphos, refuta el número: «En Venezuela deben quedar alrededor de 26,5 millones de personas, de las cuales aproximadamente el 66% son mayores de edad, es decir, 17,5 millones. El Gobierno está afirmando que el 75% de los mayores de edad firmó. El apoyo a Maduro es algo menos de 20% en estos momentos. Para llegar al 75% tendrían que haber logrado obligar a más de la mitad de la población. La inconsistencia es obvia».
Por los mismos pasillos de la ONU andarán también los enviados de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y considerado como presidente legítimo del país por casi 60 gobiernos de todo el mundo.
Ese Gobierno interino de Guaidó envió a su responsable de Exteriores, Julio Borges, un diputado exiliado, como cabeza de la delegación, acompañado por Carlos Vecchio, reconocido por Estados Unidos como embajador de Venezuela en su territorio; Gustavo Tarre, quien representa al país ante la Organización de Estados Americanos, y el diputado Williams Dávila, de la Comisión de Política Exterior del Parlamento. En el grupo también está Miguel Pizarro, otro diputado exiliado que fue nombrado como comisionado especial para Naciones Unidas.
El reconocimiento de quién tiene legitimidad en la disputa por el poder es clave. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha sostenido desde el pasado mes de febrero que el organismo que encabeza asume que Maduro es quien ejerce el poder. La alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo el domingo que, a ojos de la organización internacional, el presidente es Maduro.
La delegación de Guaidó no contará con reconocimiento oficial ante la Asamblea, pero acuden invitados como parte de las comitivas de otros países, como Brasil o Colombia. Y el propio Guaidó participó por videoconferencia en un evento paralelo a la Asamblea General, el Atlantic Council.
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