La Haya

La Haya inicia el juicio por el asesinato de Hariri

La ausencia de los terroristas de Hizbulá marca el proceso

La sala incluye una maqueta de Beirut para recrear el atentado
La sala incluye una maqueta de Beirut para recrear el atentadolarazon

En Beirut se respiraban ayer aires de satisfacción para todos aquellos que apoyaron la creación del Tribunal Especial para Líbano (TEL) en 2007 y que, por fin, han visto que se ha hecho realidad el juicio por el asesinato de Hariri. Las calles de la capital libanesa estaban vacías, ya que todo el mundo estaba pegado al televisor. Pero, lamentablemente, la primera sesión en el tribunal internacional de La Haya para juzgar a los cuatro imputados de Hizbulá ha comenzado con otro baño de sangre en este fracturado Líbano. En vez de servir para cerrar las viejas heridas entre las facciones libanesas, la celebración de este histórico proceso judicial ha traído más división en el país de los cedros. De nuevo, un feudo del Partido de Dios en el Valle de la Bekaa fue objetivo ayer de un atentado con coche bomba. Al menos cinco personas murieron y otras cuarenta resultaron heridas en una explosión en la localidad de Hermel, que la causó un kamikaze que conducía un vehículo cargado de explosivos. Y aunque se han convertido en una tónica general los atentados tanto contra objetivos prosirios como antisirios, que este ataque haya estado dirigido contra intereses de Hizbulá, precisamente, en la apertura de este histórico proceso judicial, no ha sido casual.

Las acusaciones contra Salim Jamil Ayash, Mustafa Amine Badredine, Husein Hasan Oneisi y Asad Hasan Sabra, que pertenecen a la organización político-terrorista de Hizbulá, no fueron confirmadas hasta junio de 2011, debido a la negativa del jeque Hasan Nasrala a cooperar con la investigación y poder llevar a los culpables ante la justicia. En octubre pasado, se presentaron cargos contra una quinta persona, Hasan Habib Merhi, que aún no ha sido incorporado al proceso judicial. Los familiares de las víctimas habrían deseado ver a los cuatro imputados sentarse en el banquillo pero se encuentran en paradero desconocido, por lo que los magistrados podrán juzgarles en ausencia, algo que permite la legislación libanesa. Se trata de la primera vez desde los juicios contra los nazis de Nuremberg que un tribunal internacional celebra un juicio in absentia. La creación del tribunal internacional por el asesinato de Hariri y su puesta en marcha han conllevado, la dimisión de varios gobiernos además de una serie de episodios oscuros y asesinatos políticos desde la muerte del ex primer ministro en 2005. Cerca de una docena de personalidades políticas libanesas a favor de esclarecer los hechos han muerto desde entonces en atentados en Líbano. La implicación de la poderosa milicia chií y partido político Hizbulá, o de las autoridades de Damasco en el magnicidio de Hariri se ha intentado silenciar durante casi una década mediante políticas de terror. Casi nueve años después no se ha juzgado a los culpables del asesinato de esta personalidad antisiria cuya muerte desembocó en la llamada «Revolución de los Cedros». Tras el magnicidio de Hariri, en el que además murieron otras 22 personas, miles de libaneses salieron a las calles para exigir la retirada de las tropas sirias del país. Esta movilización social puso fin a la tutela política de Damasco sobre Líbano. Algunos analistas opinan que el TEL tiene fines políticos. Para Bassam Lahud, de la Universidad Americana de Beirut, «EE UU y sus aliados estaban interesados en que el Tribunal se pusiera en marcha antes de las elecciones legislativas de Líbano», previstas para mediados de este año. A su juicio, «los verdaderos culpables no serán juzgados, sólo aquellos que están implicados en menor grado con el asesinato», en referencia a la posible participación de altos cargos políticos de Siria o Líbano. «Se necesitarán años para esclarecer los hechos», advirtió el analista Lahud.