Italia
La Justicia embarga los fondos de la Liga Norte de Salvini
Le reclama 49 millones por malversación, lo que podría obligar a su disolución
Le reclama 49 millones por malversación, lo que podría obligar a su disolución.
La imagen de la Guardia de Finanza italiana entrando en la sede de la Liga Norte directa a la caja fuerte se ha convertido en obsesión. Una inquietud propia de algo que aún no se ha producido, pero que amenaza con ser real en cualquier momento. Ayer un tribunal de Génova ordenó la incautación inmediata de 49 millones de euros por un antiguo caso de malversación de fondos en el que incurrió el partido. Todo un problema, teniendo en cuenta que en las oficinas de la Liga, que ya ha devuelto tres millones, sólo quedan otros cinco. No es sólo que la formación de Matteo Salvini quede ahogada económicamente, sino que parece abocada a la bancarrota.
Con cualquier otro asunto, Salvini –ya lo investigan también por retener a más de un centenar de inmigrantes durante diez días en un buque de salvamento sin dejarlos bajar a tierra– hubiera salido sacando pecho. Pero ayer en su defensa había cierto aire de congoja. «Es un asunto del pasado, estoy tranquilo. Los abogados decidirán, si quieren quitarnos todo, que nos lo quiten, los italianos están con nosotros», afirmó. Los magistrados discrepan sobre si un recurso paralizaría por el momento la decisión, aunque la corte se encargó de remarcar que ya se puede proceder al embargo. Los letrados de la Liga, que no atendieron a las llamadas de este periódico, estuvieron todo el día reunidos sopesando la estrategia a seguir a partir de ahora.
El número dos del partido, Giancarlo Giorgetti, ya había advertido claramente que de confirmarse la sentencia, «la Liga cierra». La hoja de ruta marcada por la dirección sería liquidar la formación y crear una nueva. Según declaró el fiscal de Génova que ha seguido la instrucción, Francesco Cozzi, las autoridades pueden proceder con el embargo hasta que se agoten los fondos disponibles del partido, pero en caso de crear una nueva entidad no se le podría reclamar nada a ésta al tratarse de un nuevo sujeto jurídico. Públicamente Salvini ha dicho que el nombre de la Liga «no se toca», pero en paralelo ya creó otra organización llamada «Liga por Salvini premier», a la que podría trasvasar toda la estructura actual y a la que podrían ser desviados los fondos destinados a la Liga y que ahora se quedará el fisco italiano.
La investigación viene de lejos. Concretamente se remonta a un periodo entre 2008 y 2010, cuando el fundador de la Liga Norte, Umberto Bossi, y el entonces tesorero del partido, Francesco Belsito, desviaron a fines privados unos 49 millones de euros que debían ir a parar al Parlamento. Bossi los utilizó, entre otras cosas, para una operación de nariz o para costearle los estudios a su hijo. Otra buena parte terminó en paraísos fiscales, según la Fiscalía. En 2017 ya hubo una condena en primera instancia, avalada después por el Tribunal Supremo, aunque todavía cabe un último recurso.
Salvini ya dio muestras de nerviosismo el pasado julio, cuando pidió públicamente que el presidente de la República, Sergio Mattarella, intercediera en el caso. Mattarella le paró los pies inmediatamente y en esas el vicepresidente del Gobierno ensayó una imitación de Silvio Berlusconi al airear una supuesta persecución por parte de la Justicia.
Desde el Movimiento 5 Estrellas, la otra pata del Gobierno, no han querido entrar en el fondo de la cuestión, conscientes de lo delicado del tema. Aunque el primer ministro, Giuseppe Conte, de profesión abogado, sí que expresó lo que piensan los demás: «Está claro que para un partido es difícil desarrollar una actividad política si no tiene recursos financieros». Empezar de cero con una nueva marca podría además suponer una crisis de Gobierno con hipotéticas elecciones anticipadas. Salvini ya ha propuesto lanzar una Liga a nivel europeo y ésta podría ser la oportunidad para distanciarse de sus actuales compañeros de viaje y emprender vuelo propio.
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